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27 de noviembre de 2024
Todo sancristobalense ha ido, por lo menos una vez en su vida, al parque Metropolitano; inclusive, también una abrumadora cantidad de personas que hacen vida en los demás municipios del estado Táchira.
Lo recordamos como un espacio ideal para la recreación y práctica deportiva. Un escenario propicio para el esparcimiento familiar, actividades de grupo y, cómo no, para la relajación personal.
Hoy día, esas añoranzas están muy lejos de la realidad, pues uno de los principales teatros deportivos de la región tachirense se encuentra cundido de una serie de enfermedades terminales, las que ocasiona el ser humano, quizás las más crueles, como lo son la desidia, el olvido y, sobre todo, la indolencia.
Atónitos quedan los visitantes y usuarios del parque Metropolitano, ante la displicencia que tienen las principales autoridades competentes en la materia ante dicha área deportiva, puesto que con el pasar del tiempo, el Metropolitano se va agravando y no se le ven señas de mejorar.
Calamidades
Sus descuidadas y contaminadas áreas verdes manchan el paisaje y la sobriedad del visitante, eso sin hablar de la inseguridad que impera en el lugar, en el cual, a pesar de estar ubicado, paradójicamente, al lado de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), no se ve ni un oficial perteneciente a cualquiera de los cuerpos encargados del resguardo y protección del ciudadano.
Otro lamento es la intermitencia del sistema de alumbrado público, y en ocasiones los usuarios se ven obligados a estar acompañados hasta el último rayo de la luz solar, pues de ahí en adelante caen bajo su propio riesgo.
Aunque actualmente el parque cuenta con alumbrado eléctrico, se pudo conocer que no siempre se goza de tal beneficio y que además, cuando el mismo falta, los organismos pertinentes en la materia tardan mucho tiempo en reponerlo.
Desgraciadamente, el recinto deportivo no pudo escapar del problema de la basura, una calamidad que también afecta al resto de la ciudad capital del estado Táchira. Con profundo dolor, los desechos orgánicos e inorgánicos forman parte del paisaje, trayendo consigo malos olores, plagas y enfermedades.
Más triste es aún el ciudadano que acude a este lugar a depositar su basura, convirtiéndose en parte del problema, que no solo es gubernamental sino también de sociedad.
Indolencia
Al parecer, a los organismos encargados del cuidado y resguardo del parque Metropolitano no les importa la recuperación y restauración del centro recreativo, pues vemos con preocupación cómo, día tras día, se empeora la situación.
Usuarios del parque hacen un llamado a organismos como el Ministerio del Poder Popular para el Deporte, Inparques, Gobernación del Táchira, Alcaldía de San Cristóbal, Iamdere e IDT, para que le “hagan un cariñito” al Metropolitano.
José Pernía, una de las tantas personas que se valen de las instalaciones para optimizar sus condiciones físicas, recalcó la “ineptitud” de los gobernantes por “dejar morir” al parque. Al mismo tiempo, recordó que en años anteriores, “a las 6 de la tarde, no cabía ni un alma en el parque”, ya que las personas salían de sus trabajos y se iban a hacer ejercicios.
Pernía apuntó que esta actividad ya es “impensable” hacerla, pues los atletas están arriesgándose a que su vehículo o su integridad sean afectados por la delincuencia que azota la zona.
Sin instalaciones deportivas
Una de las maravillas del Metropolitano era su Complejo de Piscinas, el cual desde hace meses bajó su santamaría y cerró de manera definitiva. Se veía venir desde hace tiempo. Ahora, a los tritones y sirenas del Táchira les tocó emigrar a otros estados, darles glorias a otras entidades, ese es el precio que tienen que pagar para cuidar y proyectar su innato talento.
Los más afectados son nuestros atletas y las futuras generaciones de nadadores aurinegros, quienes se quedaron sin el principal escenario para la práctica de los deportes acuáticos. Algunos tuvieron que mudarse a otras piscinas, incluso sin las medidas reglamentarias.
Por el bien de la tachiraneidad, esperamos que los gobernantes toquen su fibra social y que se aboquen a resolver esta lamentable problemática. El parque Metropolitano necesita de ellos; de una buena acción, que el Táchira se los agradecerá.
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