Madrid, España | AFP | En el terreno de juego, el Barcelona eliminó al Real Madrid el miércoles en semifinales de la Copa del Rey y puede sacarle el sábado de la carrera por el título en la Liga española, pero el Clásico se juega también en otros campos, con especial intensidad en las redes sociales.
En el Santiago Bernabéu sólo había unos centenares de aficionados del Barça, que saltaron de alegría el miércoles con el pitido final, pero millones de hinchas azulgranas seguían a distancia ese partido.
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A algo más de dos millones de personas les gustó el mensaje del club en Instagram y 1,3 millones vieron un vídeo en directo a través de Facebook. En Twitter, 886.000 vieron los seis segundos de vídeo de los jugadores posando para una foto en el vestuario.
Difundido luego en Instagram, recibió “likes” de otros dos millones de aficionados.
“El fútbol y las redes sociales forman la pareja perfecta”, afirmó en un tuit el Real Madrid recientemente. “Las redes sociales han cambiado la manera de disfrutar el Clásico”, apuntó.
Los vídeos del Real Madrid superan habitualmente los 100 millones de visualizaciones en los diez días que rodean un partido contra el Barça, según el club blanco.
De esos 100 millones, España no es el país principal. En Estados Unidos, por ejemplo, genera expectación, incluso por delante de México, Colombia, Perú, Brasil, Francia, India o Argelia.
– Ganancias económicas –
“Para clubes como el Barça o el Real, sólo el 1% de sus seguidores acuden a verles jugar”, precisa Joe Weston, director de We Are Social Sport, que organizó en su día el anuncio de traspaso de Paul Pogba al Manchester United.
“Esos hinchas son leales e importantes, ¿pero cómo satisfacer a los otros 99% dispersados por todo el mundo, también apasionados? Con las redes sociales el club llega a esos aficionados en tiempo real”, apunta.
Esto supone también una medida simple de la popularidad de los clubes. En agosto de 2017, el Real Madrid se enorgulleció de ser “la primera institución deportiva que supera los 100 millones de fans en Facebook”.
“Eso muestra que el club se desmarca de rivales como el Barcelona, la NBA o el Manchester United”, subrayaba el comunicado del Real Madrid.
No es algo que se haya dado por azar. El Real Madrid pidió especialmente a antiguas estrellas como David Beckham o Kaká que se involucraran para ayudar a esa subida de seguidores en internet.
Las ganancias son también económicas. Igual que el Real Madrid o el Barça rivalizan por atraer a futbolistas, también pugnan por firmar contratos con marcas como Adidas o Nike.
Los datos reunidos permiten también saber más sobre los hinchas, su sexo o su localización, pero también sus centros de interés o los momentos en los que son más receptivos.
– Mejorar la imagen –
Si el Barcelona sabe de esta manera que una parte significativa de su comunidad es masculina, joven y brasileña, se comprende mejor por qué Philippe Coutinho fue la imagen del club en una publicidad para Pro Evolution Soccer el jueves en Twitter, en el mediodía de España, en el momento en el que sus seguidores en Rio de Janeiro comenzaban la jornada.
Para algunos, la lealtad va más para un jugador en concreto.
El Real Madrid perdió así un millón de abonados en Twitter en las 24 horas que siguieron al anuncio de la salida de Cristiano Ronaldo hacia la Juventus.
Los jugadores pagan a agencias de comunicación que gestionen sus redes sociales y seleccionen las palabras claves a las que deben ser asociados.
“Quieren cambiar su imagen”, explica Josh Hershman, director general de Ten Toes Media, que trabaja con varios de los deportistas más importantes del mundo.
“Algunos quieren simplemente aumentar su número de seguidores o tener los suficientes para firmar contratos comerciales, pero los más inteligentes comprenden el valor de las redes sociales. Saben que es una oportunidad para ellos para mejorar su imagen”, sentencia.