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Favio Castañeda por el rescate de la fiesta del toro en el Táchira

19 de marzo de 2021

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El diestro tachirense, además de mantenerse activo, con corridas y festivales firmadas en plazas peruanas, del Táchira y el país; también aporta su savia enseñanza a las nuevas generaciones desde la Escuela Taurina San Cristóbal “César Faraco” y anda en la búsqueda que los pueblos interioranos vuelvan a montar corridas, novilladas y festejos como en el pasado reciente.

Por Homero Duarte Corona

El buen hijo vuelve a casa. Y Favio Castañeda es ejemplo vivo de ello, no olvida su terruño. Su formación para convertirse en torero comenzó en la Escuela Taurina San Cristóbal, bajo la savia enseñanza del maestro César Faraco.

Ya encaminado, con la mente abierta de todo lo que tenía que recorrer para hacerse Matador de Toros, se fue a la cuna del toreo, España, con una beca para estudiar en la Escuela Marcial Lalanda de Madrid, ahora José Cuberos “Yiyo, donde estuvo cuatro años entre la aula y el campo.

Foto/ Homero Duarte Corona- El diestro tachirense en plena labor con uno de los jovencitos que apenas se inician en el difícil y apasionante mundo del toro.

Con el apoyo del ganadero dueño del hierro “Dos Hermanas”, en plan de novillero, con una beca, recorrió las principales plazas de Francia, durante cuatro años. Ya cuajado, con la sapiencia suficiente para recibir la alternativa, se vino a su lar nativo, quería doctorarse en la Monumental Plaza de Pueblo Nuevo.

El 23 de enero de 2014, marco de la Feria Internacional de San Sebastián, fue el gran día para Favio Castañeda, recibió la alternativa, el doctorado como matador de toros, con el padrinazgo de David Fandila “El Fandi” y testimonio de Iván Fandiño, enfrentando a bravos toros españoles de la ganadería ibérica Torrestrella.

Como colofón de la alternativa, salida a hombros por la puerta grande, después de cortarle las dos orejas simbólicas e indulto al segundo de su lote y sexto de la tarde, de nombre “Flor Azul”. No pudo ser mejor este día de gloria para un joven tachirense, una tarde de apoteosis.

Entre la emoción y la realidad

Con el título en la mano, flamante Matador de Toros, Favio Castañeda estaba claro que tenía que producir para su sustento y el de su familia, pero por encima de todo crecer como profesional, decirle al mundo taurino que Venezuela tenía un diestro con ganas y agallas de figurar.

El mismo año de la alternativa viaja a España a mostrarse ante la afición de la “Madre Patría”, tarea nada fácil, que lo obligó a irse a Francia donde logró torear tres corridas, pero sin recibir dinero, dada su condición de diestro emergente.

Esta situación trajo consigo que se viniera a territorio peruano, uno de los países de América y el mundo donde más se torea, alrededor de 400 corridas al año, además de festejos y novilladas. Hizo cartel en tierra “Inca”, con un buen debut en Tacabamba, el corte de 7 orejas, que le abrió las puertas en todo el país y por ende el ingreso de honorarios, suficiente para adquirir algunas propiedades.

Le fue bien en Perú, no obstante y ante la pandemia del covid-19, lo obligó venirse a su tierra, alternando su trabajo de entrenamiento con algunas tientas en el campo y la enseñanza a los alumnos de la Escuela Taurina, con asiento en la Plaza Monumental de Pueblo Nuevo.

Ahora mismo, Castañeda asiste tres veces a la semana a la Escuela Taurina San Cristóbal, por un lado a impartirle conocimientos a los estudiantes de esta institución, uno de ellos su hermano José Miguel, quien anda tras sus pasos, hacerse Matador de Toros, que de acuerdo a lo que viene enseñando tienen ganas y clase, lleva el toro en sus venas, apostilló el hermano mayor.

Pese a la orfandad, la poca o nada actividad taurina en el mundo, Castañeda tiene firmadas tres corridas de toros en Perú para los próximos días, además de un festival el 4 de abril en Valencia, estado Carabobo, que tendrá como alternantes a Luis Pietri, Eduardo Valenzuela y Alexander Guillén, todos matadores de toros venezolanos.

Antes de finalizar el mes de abril, la Empresa Miura Producciones, que tiene como principales cabezas a Miguel Murillo y Carlos Dávila, se lidiarán dos corridas de toros en una plaza portátil propiedad del matador de toros Manuel Medina “El Rubi”, en el Club la Castellana, con la actuación de toreros nacionales y mexicanos.

Hacia el rescate de los pueblos taurinos

Uno de los proyectos en mente del diestro Favio Castañeda, es rescatar las ferias interioranas, aquí en el Táchira, específicamente La Fría, La Grita, Seboruco y Colón como las más importantes hasta hace pocos años.

Está claro que esta tarea no es de uno solo, se requieren voluntades, donde se incluyan empresarios, ganaderos y quienes sientan el mundo toro, para de esta forma emular lo que sucede en Perú, nación donde no se limitan solo a montar una feria, sino que hacen corridas, festejos y novilladas todo el año.

Con algunas excepciones, la presencia de empresarios serios, gente que en verdad siente la fiesta del toro; no obstante y sin herir susceptibilidades, el joven diestro dijo que hay muchos empresarios, si se les puede llamar así, que son “comerciantes del toro”, montan una o dos corridas y luego se pierden de vista.