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Glorias del deporte tachirense y nacional | El fútbol y la academia marcaron la vida de William Méndez
27 de marzo de 2020
El fútbol y la academia marcaron la existencia de Gerardo William Méndez Guerrero: jugador exitoso en el balompié rentado con calidad de exportación, Técnico Superior Universitario e Ingeniero Agrónomo con un posgrado, además de político y empresario.
Vio la primera luz del día un 10 de diciembre de 1958, en barrio Sucre, para mudarse con sus padres y hermanos al sector las Delicias, detrás del Círculo Militar en la Concordia, cuando tenía cuatro años de edad e ir escalando peldaños hasta graduarse de bachiller e ir a la universidad.
Considerado el mejor futbolista que ha dado el Táchira en toda su historia; un hombre de ingenio y gran goleador, quien solo vistió las casacas del Deportivo Táchira y la selección nacional, pese a que pudo irse a jugar al exterior en grandes clubes del concierto sudamericano y europeo.
Pudo más el apego a la familia, el amor por su tierra y el objetivo que siempre tuvo en su mente, ir a la universidad y obtener un título, a la postre por partida triple.
Al igual que millones de seres que ahora estamos en cuarentena en todo el mundo, producto de la pandemia que azota la humanidad por el flagelo del coronavirus, Diario la Nación contactó a “Gambeta” Méndez, apelativo que se ganó el hijo de doña Gregoria y César Marino, ya idos de este mundo, gracias a los malabares que hacía con el balón cuando estaba en el campo de juego.
William Méndez, al igual que cualquier tachirense que se respete, desde muy niño, apenas tenia cinco años y ya corría detrás de un balón junto a los vecinitos del barrio.
Con la humildad y sencillez que siempre lo ha caracterizado, muy temprano, a las 7 de la mañana, atendió el llamado del periodista, para una plática vía telefonía móvil, de varios minutos, suficientes para conocer algunas intimidades de la vida de un hombre que tantas glorias le dio al fútbol tachirense y nacional.
En el equipo Peñarol, categoría Baby Fútbol comenzó su andar el niño Gerardo William, pese a que se dio a conocer en su carrera profesional como William Gerardo, para pasar luego al Unión Internacional y de allí al Juventus FC, propiedad de Gaetano Greco, donde al lado de César Semidey y José Rubén “Palomo” Contreras, el jugador más joven que ha debuta en el balompié rentado criollo, tenía apenas 16 años, terminaron de pulirse para saltar a La categoría profesional.
Doble rol, el fútbol y la academia
Apenas empezó a tener uso de razón, ya oteaba su futuro, por encima de todo quería ser profesional universitario, aunque el niño por naturaleza lo primero que le dice a sus padres en el momento que le preguntan que quiere ser cuando llegue a grande, coloquialmente hablando, casi todos se inclinan por la noble profesión de policía o bombero.
A los 14 años, para entonces categoría Infantil A, el jovencito Méndez ya pintaba como un prospecto del balompié regional y nacional; “en mis inicios, incluso ya en la categoría profesional mi posición en la cancha era delantero, extremo izquierdo, con mentalidad goleadora”, sentencia.
Gaetano Greco cede todas las fichas del Juventus FC para la creación del primer club profesional de la Primera División, bautizado Deportivo Sancristobal FC.
El día esperado por William Méndez, su debut como jugador profesional ocurre en 1978, vestirse de amarillo y negro del Deportivo Táchira, enfrentando al Deportivo Lara, sirviendo de marco el vetusto estadio Táchira de la Concordia, escenario no apto para el fútbol, menos profesional, pues fue fundado para la práctica del béisbol.
Al contrario de Nicolás Reidtler, primer invitado en esta serie de entrevistas: glorias del deporte tachirense, quien tiene una mente prodigiosa-aunque una cosa es el ciclismo y otra el fútbol-, Méndez reconoce que no es bueno para guardar tantas vivencias en la memoria, más aún para una atleta como el, quien militó durante varios años en el fútbol rentado.
Si bien es cierto su primer partido profesional fue en 1978, fue antes de cumplir 18 años que empezó su accionar en el balompié rentado.
17 años de éxitos en el Deportivo Táchira
A los 17 años tuvo la oportunidad de viajar a Europa, militar en el fútbol italiano. Gaetano Greco, uno de los padres del Deportivo Táchira le propuso llevarlo a probar suerte en las categorías menores del club la Juventus.
—-Pudo más mi familia, el amor por mi tierra, aunado a la meta que me había trazado de graduarme en la universidad que irme al exterior, esgrime Méndez sin un ápice de arrepentimiento.
No tenía una bola de cristal para ese momento, que me dijera cual era la mejor opción, si irme o quedarme, apunta el ahora ingeniero y pequeño empresario. Sin embargo el tiempo, pasados 44 años, Méndez es un convencido que la decisión de quedarse fue la mejor, una brillante carrera como futbolista profesional y Dos títulos universitarios como cartas de presentación.
No aró en el mar ni edificó en el viento, los 17 años ininterrumpidos que jugó en el ahora oche veces campeón nacional no fueron en vano: 4 títulos y 5 subtítulos, 8 copas Libertadores, con 8 tantos marcados, 16 temporadas (1978-1993), para 115 tantos y una Copa Bicentenario, es su mejor carta de presentación.
En 1993 colgó los guayos, pese que aún le quedaba cuerda para seguir mostrando su endiablada gambeta y profanando las redes enemigos. Para el momento de su retiro dejó una frase para la posteridad: “me voy antes que empiece a dar lástima”.
Se retiró de la competición, pero a sus 61 años se resiste a dejar de jugar: “ todavía hago goles y muchos túneles, que me ha costado más lesiones que mientras jugué fútbol profesional, apenas una fractura de rodilla, que me curé sin ir al quirófano, algunas fracturas en las manos, propias en jugador de fútbol”, algo que enarbola con mucho orgullo.
Y precisamente es por lo antes expuesto que este icono del fútbol se mantiene en forma, bastante ejercicios, su presencia en torneos de veteranos, su razón de ser.
Muy respetuoso con los que fueron sus entrenadores o directores técnicos, excelentes profesionales y de cada uno me quedó todo lo que aprendí en mi carrera profesional: Miguel Acosta, Esteban Veracochea, Walter “Cata” Roque, Luis Alberto Milov, Silva Pacheco, todos uruguayos, Carlos Horacio Moreno y otros que se le escapan de la memoria.
—— El Deportivo Tachira de la década de los 80, según él, es el mejor de todo los tiempos, trayendo a la memoria cuando el aurinegro enfrentó en Copa Libertadores a Atlético Nacional y Deportes Tolima, dupla colombiana, dictando cátedra en Medellín e Ibagué, para ganarnos el aplauso de una y otra afición, recuerda con un dejo de emoción.
Una tripleta en el ataque integrada por el uruguayo Carlos Julio Acevedo, acompañado por las puntas con el brasileño Moasir Fernández Cafuringa y el neogranadino Arnoldo Iguarán, no la tenía cualquier equipo en Sudamérica, sumado a una zona medular con José Francisco Nieto, Jairo Socarrás y William Méndez, amén de una defensiva de mucha solvencia al igual que en la arquería, donde sobresalían Santiago Romero, “Pacha” Martínez, Martorano, “Palomo” Contreras y una duda de William si era Alcibiades o Adolfo Becerra, el otro lateral. Como olvidar la clase y pasmosidad de Méndez en el campo de juego, un espectáculo.
William Méndez, político
De la mano de Sergio Omar “El Cura” Calderón, quien lo llevó a incursionar en la arena política, el ya retirado futbolista fue primero Director de Áreas Verdes de la Alcaldia de San Cristóbal, Presidente del Instuto del Deporte Tachirense y Alcalde capitalino por dos periodos de 2000 a 2008.
No puede ocultar su agradecimiento al “Cura” Calderón, fue su consejero y guía en la política: “el hizo mucho para alcanzar la alcaldía, incluso tenía asegurado el triunfo para alcanzar la gobernación del estado, pero la inhabilitación por el entonces gobierno de Hugo Chávez me privó de ser la primera autoridad del Táchira.
Hijo, hermano, esposo y padre
El cuarto de seis hermanos, uno de ellos, José Antonio “Cheo” Méndez, quien al igual que William, jugó por un par de años con el Deportivo Táchira, fungiendo de lateral derecho.
El fallecimiento de su padre, obligó a William a tener responsabilidades con su progenitora y hermanos menores; el sueldo que devengaba como futbolista, le entregaba la mitad avsu progenitora como un aporte para su casa.
Procreó dos hijos, el mayor William Gerardo Méndez Parada, abogado de la República, de la unión con Zoraya Parada, y César Gerardo Méndez García, nacido del matrimonio con Mónica Tezzi, de 17 años, próximo a graduarse de bachiller.
William Gerardo, profesional del derecho, le gusta el fútbol pero no se inclinó por la disciplina como para emular a su padre; el segundo, no le llamó la atención el balompié, ni de niño lo practicó.
Sigue siendo amigo de las madres de sus dos hijos; ahora está dedicado a la construcción pese a ser ingeniero agrónomo, algo que él mismo considera un tanto paradójico.
De vez en cuando asiste al estadio Pueblo a ver jugar a su ex equipo Deportivo Táchira, y en silencio puja porque salga buen librado. Las críticas que tenga que hacer a sus excolegas jugadores, se las guarda para él, es muy respetuoso con sus colegas jugadores, pues pese a estar retirado aún siente y padece, máxime si todavía gambetea, hace túneles y anota goles en el equipo de veteranos donde rememora sus tiempos de gloria cuando los aficionados lo aplaudían y gritaban sus filigranas y goles para los triunfos del ocho veces campeón nacional y una veintena de participaciones en Copa Libertadores de América.
Homero Duarte Corona