Roma, Italia (AFP) En Roma, en un Stadio Olímpico reabierto al público por primera vez desde hace más de un año, debido a la pandemia del coronavirus, la Italia renacida de Roberto Mancini inicia el viernes la Eurocopa de fútbol frente a la peligrosa Turquía de Senol Günes.
«Hace un año que esperamos para comenzar esta aventura, tenemos que luchar para llevar a Italia donde merece estar», declaró Leonardo Bonucci, quien como todos sus compañeros tiene ganas de volver a un gran torneo internacional, tres años después de la humillación de quedar fuera del Mundial.
Contra una Turquía siempre complicada en las grandes citas, Italia sabrá pronto si tiene opciones contra los grandes favoritos de la Eurocopa.
Luego de perderse la cita mundialista, por primera vez en 60 años, Italia recuperó el juego y la confianza bajo el mando de Roberto Mancini. La impecable clasificación para la Eurocopa (diez victorias en diez partidos) y el acceso a la final a cuatro de la Liga de Naciones (en octubre) espantaron los fantasmas.
Pero, aunque lleva una impresionante racha de 27 partidos sin perder, la Nazionale se ha enfrentado a pocas selecciones grandes, por lo que este equipo ofensivo y animado sigue siendo una promesa por confirmar.
«Es un verdadero grupo, saben que nadie es una estrella que pueda sacarles, por sí solo, de un apuro: para lograrlo deben hacerlo juntos», opinó este jueves el exdelantero Alessandro Del Piero en el Corriere della Sera.
Alessandro Nesta no es menos optimista sobre las opciones italianas: el exjugador de la Lazio, que estará en la ceremonia de inauguración en el Olímpico junto a Francesco Totti, leyenda de la Roma, observa en la Gazzetta dello Sport «una linda mezcla de juventud y experiencia» en el plantel de Mancini.
– «No tememos a nadie» –
La experiencia es cosa de la inoxidable pareja de centrales Bonucci-Chiellini (más de 200 partidos internacionales entre ambos). La juventud la aportan el emergente Nicolo Barella, las piernas de Federico Chiesa y también la importancia en la portería del rodado Gianluigi Donnarumma, que deberá olvidar un poco las conversaciones sobre su futuro en el Milan.
Marco Verratti, pieza clave de Mancini, debería perderse este partido inaugural, puesto que acaba de regresar a los entrenamientos en grupo tras su lesión en la rodilla derecha a principios de mayo con el París SG. Le reemplazará Manuel Locatelli, quien formará al lado de Jorginho, flamante campeón de la Liga de Campeones con el Chelsea.
Por parte de Turquía, Senol Günes, el entrenador que llevó al país al podio del Mundial (3º) en 2002, lo fiará todo a la gran forma del veterano Burak Yilmaz (35 años), campeón de Francia con el Lille.
Pero Donnarumma tendrá que tener también un ojo puesto en su compañero en el AC Milan Hakan Calhanoglu y en otro atacante del Lille, Yusuf Yazici, quien le marcó tres goles en San Siro (3-0) en noviembre en un enfrentamiento de Europa League.
Aunque Turquía es, teóricamente, el país más débil del grupo A (29ª en el ranking FIFA, por detrás de Italia, Suiza y Gales), no hay que confiarse. Con su defensa de hierro (tres goles encajados en la clasificación) ya logró inclinar a la Francia campeona del mundo.
«No tememos a nadie sobre el terreno de juego. Queremos empezar la competición de la mejor de las maneras», avisa Yilmaz.
Galeses y suizos entrarán en liza el sábado en Bakú, a más de 3.000 kilómetros de Roma, en esta inédita Eurocopa itinerante (once ciudades sede en once países).