La anfitriona selección patria jugó un partido perfecto hasta el empate, a los 70 minutos, después se desmoronó para un revés de 1-3 que no mereció.
Homero Duarte Corona
Los partidos son de 90 minutos, más el agregado que de él juez central. Y esta premisa se hizo realidad en el choque de Venezuela-Brasil en el estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria de Caracas.
Muy temprano comenzó ganando la anfitriona selección nacional, a los 11 minutos se fue arriba en el marcador mediante conquista del barinés Eric Ramirez, luego de un centro perfecto por la derecha de Yeferson Soteldo.
Controló el compromiso la Vinotinto en todos los frentes, un comportamiento en todos los sectores del campo de juego para la excelencia, sin que el poderoso combinado brasileño atinara a encontrar su fútbol, apenas un par de llegadas en la primera parte pero sin poder profanar el arco de Joel Graterol.
Por primera vez en mucho tiempo la selección se mostró tan ordenada y con personalidad, sin achicarse frente a un rival de tanto poder, ahora mismo líder e invicto de la eliminatoria Sudamericana con miras al Mundial de Catar 2022.
El 1-0 al término del primer tiempo era justo, el visitante no encontró su fútbol, tuvo al frente a un rival que en base a buen fútbol lo mantuvo a raya, sin que hiciera méritos para igualar el compromiso.
El técnico Leo González estudió bien a Brasil, pero por encima de todo conformó un once abridor que para algunos resultó sorpresivo, ante el ingreso de Joel Graterol por Wilker Fariñez, la presencia del defensor Josuá Mejías haciendo pareja con Nahuel Ferraresi y la vuelta de Adalberto Peñaranda luego de una ausencia de más de un año sin vestirse de Vinotinto.
El gol tempranero de Eric Ramírez, a los 11 minutos y el buen desempeño del combinado nacional puso a soñar a la afición en una victoria frente a la mejor selección de la eliminatoria Sudamericana y una de las poderosas del mundo.
La lesión del debutante Josuá Mejías al término de primer tiempo para el ingreso desde el primer minuto del complemento de Chancellor y luego la salida de Tomás Rincón y el relevo de Peñaranda por Bello y la lesión de José “Brujo” Martínez le cambió la cara al seleccionado local; el visitante, que entró con otra fisonomía en la parte de complemento, respaldado por los cambios, tomó la manija del partido para remontar el marcador y terminar ganando por 1-3 con goles de Marquinhos, Gabriel Barbosa y Anthony a los 70, 85 y 99+5.
Mucho castigo para el profesor Leo González luego del excelente trabajo hasta el minuto 70; sin embargo aquí se pone de manifiesto que un partido de fútbol es de 90 minutos más el agregado.
Si el partido hubiese concluido a los 70 minutos Venezuela consigue una victoria histórica, jugando un gran partido; no obstante Brasil torció el destino del encuentro en los últimos 20 minutos, aprovechó que el dueño de casa dio ventajas y por allí se coló para el 1-3, un triunfo que lo mantiene como líder invicto con números perfectos: 9 triunfos en iguala número de salidas para 27 puntos.
La Vinotinto continúa anclada en el último lugar con apenas 4 puntos y con un panorama que cada día se ensombrece más. Cuatro reveses consecutivos en el interinato de Leo González, pese a que la selección no ha jugado mal, principalmente frente a Brasil.
Este domingo de nuevo Venezuela fungirá de local en el estadio Olímpico, contra Ecuador que en la jornada de anoche goleó por 3-0 Bolivia, mientras que el jueves venidero enfrentará a Chile en Santiago, rival al que venció en Caracas en el juego de ida.
La clasificación cada día más lejos, sin embargo, mientras las matemáticas existan la esperanza, aunque muy remota, es lo último que se pierde.