Sus numeritos son envidiables. Y todo logrado durante un intenso paseo por diversas disciplinas deportivas, compitiendo no solo en el Táchira, a nivel nacional, sino que ese recorrido la lleva a Tanzania, para escalar el Kilimanjaro, para ego de grandes atletas, además de otras pruebas importantes en su historia.
Es una gran dama. No solo le dedica tiempo al deporte. En su oportunidad. presta apoyo a sus compañeros de competencia, sino que en la comunidad, ayuda en la medida de sus posibilidades a quien en el determinado momento requiere de su colaboración.
Hablamos de María Isabel Pecori, una tachirense que desde niña incursiona en la actividad del músculo, y así lo cuenta a Diario La Nación. Se inició a los 9 años jugando baloncesto, participando en cuatro campeonato nacionales, 1.974, hasta 1.978, en las categorías mini-básquet, infantil, hasta los 16 años. Formó parte del club Yarkys, y se dio el lujo de tener como entrenadores, al recordado profesor, Manuel Fortoul y el profesor Salcedo.
Considerando que rindió al máximo en el deporte de las cestas, decide mudarse a otra disciplina, y ancla en el tenis de campo, cuando la disciplina no tenía mayor auge en la región. Juega en la cancha del Demócrata Sport Club, pero su paso por el deporte blanco fue efímero.
María Isabel llega al boliche. Cuenta que en una oportunidad acudió por curiosidad a la instalación ubicada en Las Lomas. Jugaba la esposa del recordado dirigente, Gustavo Manrique, pero no tenía paraje para competir. Invitó a María Isabel a acompañarla. Ocuparon el tercer lugar en el juego, y decidió seguir su actividad del bowling.
Se mantiene durante 10 años en ese deporte, llegando a ocupar la presidencia de la Asociación de Boliche del Estado Táchira, compartiendo trabajo con Cheché Ochoa, y otros bolicheros que en la oportunidad, dieron brillo a este atractivo deporte.
Viaje al Norte. Mucho camino por recorrer, muchas experiencias por vivir, y conquistar una carrera profesional, Viaja a los Estados Unidos a seguir estudios en Administración de Recreación, y aprovecha para hacerse ciudadana estadounidense.
Pasan los años. En el 2004 se convierte en Consejera Internacional de kinder a bachillerato, y trabaja con la organización de Tampa Bay, en funciones de Supervisora de Seguridad, y otras actividades en el conjunto de Grandes Ligas.
Pasión por las alturas. Luego del 2010, la destacada atleta fija como objetivos importantes, alcanzar las alturas en varios países, y es así como al regresar a Venezuela, en febrero de 2011, decide escalar el Pico Humbolt, ubicado en el estado Mérida, en lo que sería el inicio de estas experiencias, para ella, muy exigentes, pero igualmente, fascinantes.
Ese mismo año, en el mes de julio, se va a Tanzania con el objetivo de escalar el Kilimanjaro,una tarea cuesta arriba pero lo logra. Sigue el Pico Mifes en Mérida, en septiembre del 2011. Escala igualmente, el Pico El Toro, en el estado Andino.
Como quien recopila numeritos en el deporte, María Isabel Pecori no se detiene. Dedica meses del año 2012, para participar en julio, en el Trekking Europaweb, desde Suiza hasta la zona del Matterhorn a Chamonix, una prueba de tres días hasta culminar a Chamonix, Francia. Se despertó bien temprano para subir a la Aguja Dumido, y de allí emprender la escalada a Mont Blanc Du Tacul llegando al Callao.
En Venezuela, a partir del 2013, interviene en una serie de competencias, pruebas pedestres en su mayoría, pero no deja de mantenerse activa. Tiene en su palmarés, La Maratón de San Sebastián en su categoría, K-5 y K-10 de Caracas, y otras regiones del país. Pruebas cortas, que le permitan mantenerse preparada, y cumpliendo una agenda que le indica los compromisos que debe cumplir. Va y viene los Estados Unidos, teniendo su residencia en Florida.
Durante la temporada del 2019, decidió tomase un descanso, cargar baterías para continuar en el 2020. Interviene en la tradicional competencia de San Sebastián, y más adelante, en la carrera Macuro, una prueba que se programa en el calendario de competencias de la Asociación de Atletismo. Estaba a punto de regresar a Estados Unidos, pero el COVID-19 se lo impidió.
María Isabel es inquieta. Tiene tiempo para entrenar, para preparar el día día. En su casa de habitación en San Cristóbal, dedica horas a prepararse, y un video la muestra golpeando el saco que usan los púgiles en sus entrenamientos, y no deja la impresión, que tiene fuerte pegada.
Así, transcurre la vida de María Isabel, con mucha experiencia en la vida deportiva, y muchos logros alcanzados a través de los años. Y en sus otros momentos, ayuda a quien pueda, y ha logrado reunir un grupo de personas para tratar de mantener constantemente limpia de toda basura, la Plaza Garbiras. Y por esa tarea, recibió el reconocimiento como Heroína de la Ciudad, que le entregó la Prefectura del Municipio San Cristóbal.