Yamoussoukro, Costa de Marfil – AFP Nigeria y Costa de Marfil aparecen como favoritas, ante Sudáfrica y República Democrática del Congo, respectivamente, en las semifinales de la Copa de África de Naciones (CAN), un torneo que se mantiene fiel a su tradición y que ha deparado muchas sorpresas.
Ninguno de los cuartofinalistas de la edición-2022 se clasificó para esta instancia dos años después, incluida la campeona Senegal y la otra gran favorita al título, el Egipto de Mohamed Salah.
Tampoco llegaron a estas semifinales que se jugarán el miércoles ninguna de las cinco representantes africanas en el último Mundial, en Catar.
Pero no se puede decir que las cuatro semifinalistas sean novatas en estas lides, ya que se trata de cuatro campeonas continentales: Nigeria cuenta con tres títulos (1980, 1994 y 2013), Costa de Marfil (1992 y 2015) y RD Congo (1968 y 1974) dos cada una y Sudáfrica lo ganó en 1996.
Pese a que la CAN es un torneo siempre impredecible, Nigeria es la gran favorita al título, sobre todo porque cuenta con una de las grandes estrellas del continente, el delantero del Nápoles Victor Oshimen.
– Pendientes de Oshimen –
Pese a que sólo ha marcado un gol hasta ahora, en el primer partido contra Guinea Ecuatorial (1-1), Oshimen es el hombre multiusos: Asiste a sus compañeros, es el primer en dirigir la presión sobre el rival, organiza la ofensiva de las ‘Super Águilas’…
«He ganado con el Nápoles y he hecho historia, pero poco importa lo que he conseguido, si gano esta CAN lo habré conseguido todo», declaró a la AFP al comienzo del torneo.
No obstante, Oshimen podría perderse el partido de semifinales por unas molestias abdominales.
Además de Oshimen, los nigerianos, que han llegado a semifinales en 16 de sus 20 participaciones en la CAN, cuentan con una férrea defensa, que sólo ha encajado un gol, en el debut contra Guinea Ecuatorial.
Como rival en semifinales tendrá a Sudáfrica, una selección que parece un club, con ocho titulares jugando en el Mamelodi Sundowns, uno de los mejores equipos del continente.
Por ello los ‘Bafana-Bafana’ destacan por su juego colectivo, más que por las individualidades, pero la falta de rotaciones puede acabar afectando a un equipo titular que acumula muchos minutos.
– Milagro marfileño –
Lo de Costa de Marfil en este torneo ha sido un ejercicio de supervivencia, o un milagro. El anfitrión rozó la catástrofe con una eliminación prematura en la primera fase, en la que además fue humillada por Guinea Ecuatorial (4-0), pero los ‘Elefantes’ lograron el pase como uno de los mejores terceros.
Después, Costa de Marfil superó los octavos y los cuartos tras comenzar perdiendo, frente a Senegal y Mali, y forzando la prórroga en los últimos minutos. Al vigente campeón lo eliminó en los penales y a los malienses en la prórroga (2-1), jugando además con 10 hombres, empatando el partido en el descuento y logrando la victoria en el añadido del tiempo extra.
La próxima prueba se antoja igualmente complicada ante una RD Congo que ha destacado por su fortaleza física y su capacidad de sufrimiento, que le ha llevado a semifinales pese a haber ganado un solo partido, 3-1 contra Guinea en cuartos.
Curiosamente, en caso de título, sería el tercero para este país… y el tercero con nombre diferente, ya que el primero lo logró en 1968 como Congo-Kinshasa y el de 1974 como Zaire.