París, Francia (AFP) La final femenina de Roland Garros enfrenta el sábado (13h00 GMT) a dos jugadoras que han sabido aprovechar sus oportunidades en un cuadro que se vio desprovisto prematuramente de sus primeras espadas: la rusa Anastasia Pavlyuchenkova o la checa Barbora Krejcikova darán lustre a su palmarés con un primer título ‘Grande’.
También participantes en el torneo de dobles, Pavlyuchenkova -asociada a Elena Rybakina- fue eliminada en cuartos el miércoles, pero Krejcikova selló este viernes el pase a la final, asociada con Katerina Siniakova, con la que conquistó la edición de 2018 del Grand Slam parisino.
La última jugadora en haber alcanzado en un mismo año la final individual y la de dobles de Roland Garros es Lucie Safarova en 2015. Pero la última en haber inscrito su nombre en ambos trofeos en la misma edición fue la francesa Mary Pierce en 2000.
– Experiencia de la rusa –
Si la experiencia fuese el único factor para decantar el partido, éste caería de lado de Pavlyuchenkova. La rusa de 29 años, 32ª del mundo, vive su 14ª participación en Roland Garros.
El suyo es un ejemplo de constancia, de forjarse un camino, y de alcanzar una tardía madurez tenística. No en vano en los 51 Grand Slam que había disputado antes de su llegada a París su mejor resultado habían sido los cuartos de final, ronda que no alcanzaba en la capital francesa desde 2011.
Precisamente aquel 2011 alcanzó su mejor clasificación mundial, alzándose al puesto 13 de la WTA.
En caso de coronarse este sábado remontaría hasta el puesto 14.
Hacía seis años y 24 ‘Grandes’ que ninguna jugadora rusa alcanzaba la final de un Grand Slam, siendo la última en lograrlo Maria Sharapova en Australia en 2015, batida por Serena Williams.
– 135ª WTA en 2020 –
Pavlyuchenkova tratará de convertirse en la cuarta campeona de su país en Roland Garros, después de Anastasia Myskina (2004), Svetlana Kuznetsova (2009) y Maria Sharapova (2012 y 2014).
En el camino hasta esta final la rusa eliminó a jugadoras como las bielorusas Aryna Sabalenka y Victoria Azarenka, a la kazaja Elena Rybakina, o a la sorprendente eslovena Tamara Zidansek en semifinales.
Krejcikova ha sembrado en su camino a la final diferentes víctimas de peso, como la ucraniana Elina Svitolina, las estadounidenses Sloane Stephens (finalista en 2018) y Coco Gauff, y la griega Maria Sakkari en un igualado partido en la antesala de la final.
La checa de 25 años y 33ª del mundo tiene asegurado alzarse el lunes al puesto 22 del ranking WTA.
Pavlyuchenkova cuenta además con un palmarés más brillante, con 12 títulos en individual, aunque el último se remonta a Estrasburgo en 2018. Y si Pavlyuchenkova no había pasado de cuartos en un ‘Grande’, el techo de Krejcikova estaba en los octavos de final en Roland Garros 2020.
Krejcikova, que comenzó el año 2020 como 135ª del mundo, tiene ante sí el reto de suceder a Hana Mandlikova, única checa en conquistar Roland Garros.
“Crecí en una pequeña localidad en la que no había un entrenador profesional. No pensaba en ser profesional, sólo quería divertirme”, relata Krejcikova. “Nunca imaginé convertirme en finalista de Grand Slam. Así que disfrutaré y pelearé hasta el final”.
En la final más inesperada, las apuestas están abiertas.