Montevideo, Uruguay (AFP) Cinco partidos y un cambio de entrenador después, Uruguay se reencontró el jueves con la victoria para hacer renacer su esperanza de clasificar a Catar-2022, de la mano de un ‘Pistolero’ Luis Suárez que todavía tiene pólvora.
El máximo goleador histórico de la Celeste marcó en Asunción su tanto 66 con la selección, para lograr un triunfo 1-0 ante Paraguay que los charrúas necesitaban como el aire para poder seguir con vida en las clasificatorias sudamericanas para el Mundial.
Iban 50 minutos del encuentro en el estadio La Olla Monumental, cuando el Pistolero remató cruzado, de zurda, anotando el 1-0 definitivo que los guaraníes ya no tendrían espíritu para remontar.
El grito de gol fue un desahogo especial tanto para la afición como para el jugador, que viene siendo muy cuestionado en su club, el Atlético de Madrid, por su bajo rendimiento y una sequía goleadora.
Pero Suárez, de 35 años, demostró que su magia está intacta al conseguir los tres puntos necesarios para catapultar a la Celeste de la séptima a la cuarta posición de la tabla, en zona de clasificación con 19 unidades, aunque Perú o Colombia (ambos con 17 puntos), que este viernes juegan entre sí, podrían superarlo.
– El jugador número 12 –
Pase lo que pase, nada puede en estas horas apagar la esperanza que volvió a encenderse entre los hinchas uruguayos, que ahora ven con renovada ilusión el recién iniciado proceso del entrenador Diego Alonso.
Alonso, que debutó el jueves en el banquillo de la Celeste tras reemplazar al veterano Óscar Tabárez, cesado en noviembre tras 15 años al frente del combinado debido a una seguidilla de malos resultados en el premundial, arrancó con el pie derecho.
Vestido de impecable traje azul, el ‘Tornado’ Alonso vivió el encuentro con la misma intensidad que sus jugadores, yendo de un lado al otro del espacio destinado a los entrenadores durante todo el partido.
En la conferencia de prensa posterior al partido, ya con el alivio de haber pasado la primera prueba de fuego, Alonso aseguró que su equipo tiene aún mucho para ofrecer pero que lo vital será manejar las ansiedades y mantener la calma.
«Lo que va a venir va a ser maravilloso mientras tengamos la cabeza ordenada. Vamos paso a paso», aseguró.
El nuevo conductor de la Celeste se congratuló de ver a sus dirigidos presionando arriba para poner en dificultades al rival, y aseguró que a pesar del poco tiempo de trabajo los futbolistas lograron plasmar el concepto de planteamiento que les transmitió.
«Es difícil implantar una idea en tres días, pero la estructura general se vio», dijo.
Alonso tiene todavía tres duras paradas en el camino a la Copa del Mundo que arranca en noviembre, y la próxima puede ser una oportunidad a no desperdiciar: jugará de local frente a Venezuela, el colista del grupo que solo ha cosechado siete unidades en 14 encuentros.
El entrenador aseguró que en esa instancia el público será vital.
«El jugador número 12 reventará» el estadio Centenario de Montevideo, auguró el conductor, deseoso de que la hinchada sea el ingrediente extra para que la fiesta no se corte.