Roma, Italia (AFP) Con los tres últimos vencedores del Tour de Francia y los hombres en forma del inicio de temporada, la 56ª edición de la Tirreno-Adriático, que vuelve a encontrar su lugar habitual en el calendario, reúne un buen elenco a partir del miércoles en la salida de Lido di Camaiore.
Simon Yates (BikeExchange), vencedor el año pasado de la «Carrera de los dos mares», intentará conservar el trofeo en forma de tridente de Neptuno, dios del mar.
Pero se encontrará a Geraint Thomas, Egan Bernal y Tadej Pogacar, los tres últimos vencedores del Tour.
Pogacar (UAE) ya mostró que está en forma al imponerse en el UAE Tour, mientras que Mathieu Van der Poel (Alpecin) dio buena impresión ganando el sábado la Strade Bianche, delante del campeón del mundo Julian Alaphilippe (Deceuninck).
Wout Van Aert (Jumbo), Peter Sagan (Bora) y Greg van Avermaet (AG2R Citroën), vencedor en 2016, tendrán la ocasión también de brillar en etapas para llegadores.
Con sus siete etapas que unirán la costa ligure del mar Tirreno al litoral del Adriático, la prueba constituye una preparación perfecta para las clásicas de la primavera boreal y el Giro de Italia (8-30 de mayo).
La variedad que habrá en la carrera atrae a las rutas italianas a los especialistas de velocidad (con tres llegadas destinadas a los esprínteres y la tradicional contrarreloj final), así como a los especialistas en escapadas o a los escaladores, que tienen una cita atractiva en estación de esquí de Prati di Tivo, el sábado en la cuarta etapa.
A seguir también a Nairo Quintana (vencedor en 2015 y 2017), Jakob Fuglsang, Joao Almeida, Mikel Landa, Vincenzo Nibali (ganador en 2012 y 2013), Romain Bardet y Thibault Pinot.
Tras el aperitivo prometido a los esprínteres, el miércoles, las primeras dificultades llegarán desde el jueves.
La victoria final podría jugarse el sábado en la ascensión final (14,5 km) hacia Prati di Tivo: 22 tramos con 7% de pendiente de media, con lugares al 12%, que sonrieron en 2012 a Nibali (2012) y el año siguiente a Chris Froome (2013).
Aunque la jornada del domingo será todavía exigente con los tradicionales «muri».