Un gol de Juninho, un minuto luego de su ingreso, a los 46, le bastó a Flamengo para llevarse el triunfo
Homero Duarte Corona
Foto/ Gennaro Pascale
En una gris presentación, el Deportivo Táchira sucumbió en su estreno del Grupo 3 de la Copa Conmebol Libertadores, en su propio feudo del estadio de Pueblo Nuevo, derrota frente al gigante Flamengo de Brasil, que le bastó un solitario gol a los 46 minutos, de Juninho, quien aprovechó un regalo del sector defensivo aurinegro para solo empujar la pelota con la cabeza en un centro desde la banda izquierda.
Una de las presentaciones más opacas del campeón venezolano en 27 oportunidades que ha estado en el evento continental de Clubes, muy pobre su fútbol a lo largo de los 90 minutos y el agregado.
En honor a la verdad, los dirigidos por Edgar Pérez Greco apenas se mostraron en los primeros minutos del partido, después todo fue para el visitante, que prácticamente hizo una labor de entrenamiento, jugó a media máquina.
Por lo enseñado en la primera y segunda parte, sin recibir exigencia del anfitrión, Flamengo dejó claro que tiene pergaminos suficientes para ser candidato a pelear el título de la justa copera continental de 2025.
Nunca se encontró Táchira, Flamengo desde el primer minuto adelantó sus líneas, no dejaba pensar al conjunto aurinegro, que jamás tuvo el hombre o la pareja que hiciera respetar la mitad del campo, que controlara el volumen de fútbol del forastero, que se paseaba por todo el terreno de juego sin que nadie le opusiera resistencia.
Un mal partido de Cova, en la misma onda Saggiomo, mientras que Bryan Castillo tuvo que deambular por toda la cancha, por un lado por su sacrificio para ayudar a defender y por el otro ante la orfandad, nunca o muy poco recibió un balón filtrado para llegar a la arquería de Rossi, quien ni se despeinó, fue un espectador más durante todo el encuentro, apenas una llegada fortuita de José Balza, en las postrimerías del juego, que pudo ser el empate, pero el delantero amarillo y negro lo dilapidó.
Deportivo Táchira se mostró timorato, torpe sin ideas, fue minimizado por un equipo carioca que sin arriesgar absolutamente nada ganó por la mínima diferencia, con la seguridad que si atiza en cañaveral el marcador hubiese sido mayor.
Michael, Araújo, Everton y Varela fueron quienes más se juntaron para llegar por el sector derecho y por el centro, creando en dos y más ocasiones peligro en el pórtico de Camargo, quien otra vez estuvo en plan estelar, pudo conjurar el peligro y evitar que su arco fuera profanado en la primera parte y en el segundo periodo.
Salió bien librado el once veces campeón nacional, su timidez e ingenuidad en ocasiones, llevó al Flamengo a jugar a su antojo, sin apurarse, solo mostrando sus virtudes de uno de los equipos grandes del continente.
Los cambios no surtieron efecto
Los cambios hechos por Pérez Greco poco o nada sirvieron para la causa del aurinegro, hubo el contagio e impotencia frente un enemigo que cada vez que apuraba era una pesadilla para los defensores locales que no atinaban a detener los contrarios, por el contrario, el balón le picaba en los pies, eran controlados por los brasileños, amén de la mala entrega que estuvo a la orden en buena parte del juego.
El buen trabajo de Jesús Camargo y el sacrificio de Bryan Castillo, pudiera ser la cuota de salvación de un Deportivo Táchira que deslució ante unos 15 mil aficionados que se dieron cita en una noche fría como el partido, que obliga al cuerpo técnico a enderezar entuertos, porque una segunda presentación ante Liga Universitaria de Quito el próximo miércoles en la capital ecuatoriana, nada bueno se le puede augurar al combinado tachirense.
El propio equipo ecuatoriano y Central Córdoba de Argentina, los otros dos rivales del Grupo 3 empataron sin goles en territorio argentino, resultado que deja a Táchira sin puntos.