Los Angeles, Estados Unidos. AFP | Los San Antonio Spurs vencieron este jueves 120-103 a los Denver Nuggets y forzaron el séptimo partido en su serie de primera ronda de los playoffs de la NBA.
LaMarcus Aldridge, con 26 puntos y 10 rebotes, DeMar DeRozan, con 25 tantos, y Rudy Gay, con 19 saliendo desde el banco, lideraron el triunfo de los Spurs en casa, neutralizando la estelar actuación del pívot serbio Nikola Jokic.
El poste visitante firmó el récord histórico de anotación en los playoffs en la franquicia de Colorado con 43 tantos, que acompañó con 12 rebotes y 9 asistencias, pero sucumbió a la acometida local en el último cuarto.
El definitivo encuentro se disputará el sábado en Denver.
«Teníamos que ser agresivos y lo conseguimos. En el mediotiempo discutimos cómo nos habían ganado al rebote e intentamos reducirlo. Hicimos un mejor trabajo en la segunda mitad», señaló DeRozan tras la contienda.
«Hemos tenido a muchos de nuestros jugadores que han hecho un buen partido. Los Nuggets tienen eso regularmente», valoró por su parte el técnico de las Espuelas Gregg Popovich.
– Último cuarto crucial –
Los Nuggets habían acabado en su último partido en San Antonio con una racha de 14 derrotas consecutivas en territorio de los texanos pero, este jueves, fueron superados por el juego coral y la férrea defensa de los locales, que solo permitieron anotar a sus oponentes con comodidad en la pintura.
Popovich acortó su rotación a solo ocho jugadores y la apuesta dio sus dividendos.
Así, los Spurs arrancaron mejor, con un parcial inicial de 15-8 y de 34-24 tras los primeros 12 minutos gracias a las 13 unidades de un Aldridge imparable.
Sin embargo, los Nuggets regresaron en el marcador en el segundo cuarto, llegando a ponerse incluso por delante durante unos minutos. A pesar de ello, San Antonio se marchó a los vestuarios con una ligera renta de cuatro tantos (64-60).
Luego de un tercer periodo absolutamente igualado (26-25), los Spurs certificaron un parcial de inicio de 6-0 en el último cuarto gracias a un triple de Gay y otro del italiano Marco Belinelli que rompieron el partido y obligaron a pedir tiempo muerto al técnico visitante.
Pero nada cambió. El séptimo sembrado de la Conferencia Oeste continuó nutriendo a Aldridge y a DeRozan y la ventaja se disparó por encima de la veintena de puntos, llevando la batalla al séptimo y definitivo encuentro.
Los Golden State Warriors jugarán el viernes ante los Clippers en Los Ángeles el sexto choque de su eliminatoria, que lideran 3-2, en la otra única serie aún con vida en la competición.