Deportes

Táchira llora partida de Carlos Horacio Moreno

14 de mayo de 2019

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El fútbol rentado venezolano pierde a uno de sus grandes exponentes: Carlos Horacio Moreno. Nació en Buenos Aires, Argentina, el 1 de octubre de 1948, pero amaba y quería a la patria de Bolívar como si hubiera visto la primera luz del día en territorio nacional.

Ayer, en las primeras horas del día, en la gran Buenos Aires, con los primeros rayos del Astro Rey, entregó el alma al Creado, al lado de su esposa Coromoto y uno de sus hijos varones. Un cáncer de riñón terminó con la vida de este ícono del balompié criollo, merced de su dilata trayectoria a través de varias facetas.

Fue traído al otrora pentacampeón Portuguesa para reforzar el medio campo en 1972, gracias a su excelente trayectoria en el Huracán, argentino. Más nunca regresó a su lar nativo, se quedó por siempre en suelo venezolano, donde dejó huella, primero como jugador y luego en calidad de director técnico, amén de connotado comentarista de radio y televisión.

Con el nacimiento del Atlético San Cristóbal, principios de la década del 80, los dirigentes de entonces, encabezados por Francisco Spósito,  contrataron a Carlos Moreno para reforzar el sector medular, quien con creces dejó constancia de sus dones de excelente mediocampista.

En una “jugada maestra”, el médico urólogo Rafael Gálviz Velandia, presidente del Deportivo Táchira, sonsacó a Moreno del once “Naranja”, le ofreció el cargo de director técnico del aurinegro, y este no lo pensó dos veces, se puso al frente del amarillo y negro, resultando a la postre todo un éxito para la causa del ahora ocho veces campeón nacional.

No aró en el mar ni edificó en el viento Carlos Horacio Moreno; como jugador brilló en el Portuguesa y el Atlético San Cristóbal, y ya en el rol de entrenador tuvo una destacada actuación: tituló dos veces al Deportivo Táchira, también con la casaca aurinegra logró una Copa Almirante Bicentenario, una Copa Almirante Brión, mientras que también hizo campeón al Caracas FC en el año 2000 y logró un título de Apertura con el Atlético Zulia.

Fueron muchos los galardones alcanzados por Moreno en su vida de entrenador, pero también destacó en el rol de comentarista  en la radio y televisión, concretamente en Venevisión, al lado de Manuel Dávila Mogollón y Cristóbal Guerra, llevando las incidencias de varios campeonatos mundiales de fútbol.

El país futbolero le debe mucho este hombre, padre de seis hijos en dos matrimonios, uno en Acarigua, donde procreó dos hembras y un varón; y tres en San Cristóbal, con Coromoto, su eterna compañera, unión de la que vinieron al mundo tres vástagos, todos varones, ahora jugadores de fútbol profesional; uno de de ellos Carlos Moreno Junior juega en la Liga de los Estados Unidos y es integrante de la selección nacional de mayores, bajo la batuta de Rafael Dudamel.

César Semidey, exjugador y exgerente deportivo del Deportivo Táchira, no pudo contener las lágrimas al medio día de ayer cuando fue entrevistado en varios programas de radio de la entidad y otras regiones del país, sabe perfectamente de la calidad humana y profesional con que contaba Carlos Horacio Moreno.

Muchas cuartillas habría que escribir de la trayectoria de este caballero del fútbol, en su época de jugador, luego como entrenador y como hombre de medios, siempre sacando a relucir su sapiencia, una sabiduría innata en materia del balompié, su pasión de toda la vida.

Hace unos meses, cuando aúna dirigía al Portuguesa FC, vía telefonía móvil conversamos con Moreno, y nos confesó que uno de sus últimos deseos antes de entregar su alma al Creador, era volver a dirigir al Deportivo Táchira, hacerlo campeón, dar una nueva vuelta olímpica y luego si bajar tranquilo al sepulcro.

No se le pudo cumplir este deseo, pero seguro que ahora desde el Cielo estará abogando para que su  “Táchira del alma” vuelva a ser el equipo grande que él dirigió, sobre todo a ese grupo humano que tuvo al frente cuando en 1988 el aurinegro superó por 3-2 al Rey de Copas Sudamericano, el Independiente de Avellaneda, marco de la Copa Libertadores de América, en el estadio Pueblo Nuevo.

La afición tachirense y nacional, quienes admiraron a Carlos Moreno como jugador, técnico y comunicador social, tendrán la oportunidad de darle su último adiós cuando su familia traiga sus restos mortales desde Buenos Aires, esta misma semana.

En la sede del Deportivo Táchira y el propio estadio Pueblo Nuevo, se le rendirá un sincero homenaje a quien tanto le dio al fútbol rentado regional y nacional, con la seguridad que sus excompañeros en el campo de juego, entrenadores, discípulos y en fin quienes conocieron todo el valor moral y profesional de Carlos Horacio Moreno, lo acompañarán hasta el campo santo.

Homero Duarte Corona

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