La nueva Asociación Táchirense de Ciclismo, pese a los imponderables cumplió con la organización.
Por Homero Duarte Corona
El Giro Andino en su edición 57 tocó a su fin. Lo más destacable, el tricampeonato del yaracuyano Roniel Campos en forma consecutiva, logro jamás conseguido por ningún ciclista sino hasta el mediodía de este domingo en Velódromo “J.J. Mora” de Pueblo Nuevo.
Quedan dos récords por igualar: el cuádruple campeonato de José Rujano y el título de Campeón novato del merideño Freddy Vargas en condición de debutante en 2002, conquista que aún sigue vigente, sin que nadie se le haya igualado.
El pésimo estado de las carreteras obligó a la Asociación Tachirense de Ciclismo a cambiar por varias veces el recorrido de algunas etapas, amén de otra serie de elementos. En principio estuvo sobre el tapete el Circuito Binacional, con salida en Cúcuta y venida a Ureña y San Antonio, sin que a la postre se pudiera realizar.
Tampoco se hizo la etapa al cronómetro que en principio estuvo marcada, y no se llegó a la población de Santo Domingo en el estado Mérida, recortando el recorrido en más de 50 kilómetros y se marcó el final en Barinitas, estado Barinas. Hubo un circuito en la capital emeritense con la respuesta de los aficionados, salieron por centenares a las calles y a la llegada frente a la Plaza Bolívar.
Sin embargo la Vuelta fue exitosa en lo deportivo y en lo competitivo, con el aditivo que la afición respondió volvió a darle el calor humano a un evento que tiene más de medio siglo dando que hablar en el concierto, estadal, nacional y mundial.
Destacable también el apoyo gubernamental a través del primer mandatario regional Freddy Bernal, que se compenetró con la caravana multicolor, acompañó a los ciclistas en varios etapas; arriba de una moto estuvo en Ureña, el Cerro el Cristo y en el Circuito de las avenidas España y 19 de Abril.
Hubo la promesa del Bernal de mediar ante los entes que haya que recurrir para que la Vuelta al Táchira en Bicicleta vuelve a tener 10 etapas, incluso hasta 12 si es necesario: “la afición se lo merece, y como tachirenses tenemos que velar para que el Giro Andino siga siendo grande en el contexto universal”.
Ante el clamor de la afición, los medios y la organización, el talón de Aquiles de la carrera, el pésimos estado de las carreteras, el gobernador dijo que, “no vamos a pavimentar el cien por ciento las vías, pero si las vamos a hacer cónsonas para un evento de tanta envergadura como el giro nuestro”.
Con los pro y los contra de la 57 edición, seguro que la Asociación Tachirense de Ciclismo presidida por Rubén Osorio tomará en cuenta el más mínimo detalle para hacer las próximas ediciones de la mejor forma posible.