Agrigento, Italia (AFP) Agrigento, en Sicilia, coronó este domingo al italiano Diego Ulissi (UAE Emirates) en la segunda etapa del Giro de Italia por delante del eslovaco Peter Sagan (Bora), un día antes de que el pelotón llegue al Etna.
Sagan, que debuta en la ronda italiana, sigue buscando una victoria que le esquiva desde el 10 de julio de 2019 y su triunfo en Colmar en el Tour de Francia. El ganador de tres Mundiales terminó segundo por tercera vez este año, sin contar su segundo puesto en la clasificación por puntos de la ‘Grande Boucle’, que dominaba por completo hasta el momento (siete veces maillot verde).
En el esprint a tres bandas, el eslovaco no pudo imponerse en un final que picaba hacia arriba. Ulissi, gran especialista de este tipo de llegadas (3,7 km al 5,3 %), atacó antes de la pancarta del último kilómetro y recuperó el aliento unos instantes antes del esprint, al contrario que Sagan, obligado a un sobresfuerzo para alcanzar la rueda del italiano.
«Hemos aplicado la táctica perfecta, como habíamos previsto hacer por la mañana en la reunión, para vencer a Peter», celebró Ulissi. A los 31 años, el ciclista del equipo UAE Emirates suma ya siete victorias de etapa en el Giro, su gran vuelta predilecta, en ocho participaciones.
Por detrás del danés Mikkel Honore, tercero en la etapa, el australiano Michael Matthews venció en el esprint del pelotón de favoritos, en el que estaba la maglia rosa, el italiano Filippo Ganna, quien conservó la prenda de líder ganada el día anterior.
El campeón del mundo de contrarreloj, 43º este domingo, pasó por la línea de meta sin ceder tiempo a sus rivales directos.
Fuglsang pierde a otro socio
Entre los candidatos al podio, la jornada transcurrió sin problemas excepto para Jakob Fuglsang. Al día siguiente del abandono del colombiano Miguel Ángel López, que se cayó en la crono de Palermo, el danés perdió a otro compañero para la montaña, el ruso Aleksandr Vlasov.
Vlasov, con problemas estomacales desde la noche anterior, puso pie en tierra durante esta segunda jornada siciliana, que atravesó la mayor isla del Mediterráneo de norte (Alcamo) a sur (Agrigento). En 24 horas su equipo Astana ha visto a un cuarto de su plantilla volver a casa.
Los favoritos tienen ahora ante sí la primera llegada en alto, en el Etna. La tercera etapa, de 150 kilómetros, termina el martes con una ascensión por la cara norte, inédita en su mayor parte en el Giro, hasta el Piano Provenzana, a 1793 metros de altura.
Los 18,8 kilómetros, con una pendiente media del 6,6 %, condenan a Ganna, que ya sufrió en la rampa que llevaba desde el valle de los templos antiguos, la joya de Agrigento, hasta el corazón de la ciudad moderna y sin encanto.