Venezuela cayó 9×7 frente a la representación de Estados Unidos y se despidió del Clásico Mundial de Béisbol, evento que quema sus últimos cartuchos y jugará la gran final el próximo martes en horas de la noche en el Loan Depot Park de Miami, Florida.
El conjunto criollo logró estar en la semifinal luego de derrotar a todos los integrantes de su grupo, Puerto Rico, República Dominicana, Nicaragua e Israel y le correspondió al conjunto de USA para la siguiente fase.
El zurdo Martín Pérez fue el designado por el manager Omar López para contener los bates norteños, una alineación de gran potencial del primero al noveno. No llegó a su trabajo con lo mejor de su repertorio en el mismo primer tramo Estados Unidos le tendió una emboscada con trío de carreras. No fue más allá y el piloto de la nave lo envió a las duchas para llamar a José Ruiz en labor de uno y dos tercios. Pérez solo trabajó un tercio de inning tolerando cinco imparables y tres carreras.
La ofensiva criolla respondió en el mismo cierre del episodio con par de carreras, una de ellas producto del primer jonrón del compromiso de Luis Arráez. Descontó Venezuela y a partir de ese tramo ambos conjuntos colocaron lo mejor de sus rosters en el diamante.
Estados Unidos con una artillería pesada anotó carreras en los siguientes tramos para colocar la pizarra 5×2 a su favor. Venezuela apareció nuevamente con sus bates y en el desplome del lanzador abridor Lance Lynn en la parte baja del quinto anotaron cuatro carreras y se colocó el juego 6×5 y aumentaría con una más en el séptimo, para llegar a siete.
No todo lo que brilla es oro. La novena criolla, a solo seis outs de obtener el triunfo y pasar a la siguiente fase no contó con los brazos necesarios para realizar el trabajo. A Martín Pérez lo relevó José Ruiz para trabajar uno y dos tercios, seguido de Luis García, el mejor de los criollos, Carlos Hernández en dos tercios tolerando un imparable.
El compromiso se desarrolló con una temperatura a millón, con buen ambiente de béisbol. La pizarra para el séptimo tramo ofrecía a Venezuela ganando con pizarra de 7×5, a solo media docena de outs de ganar el compromiso y pasar a la siguiente fase.
Bateando la toletería de Estados Unidos la apertura del octavo monta un ataque en su afán de dar vuelta a la pizarra. El pitcheo criollo se desploma y la emboscada de sus rivales arroja resultados. Carlos Hernández abandona la lomita y le corresponde el turno al zurdo José Quijada y se le vino el mundo encima. No pudo controlar sus envíos y otorga tres boletos, se congestionan las bases y se complica la situación. El manager José López apela a la experiencia de Silvino Bracho para enfrentar al siguiente en turno, Trea Turner, al que coloca en dos strikes sin bolas, al borde del abismo, se vino con una recta por el centro del plato, Turner le hace swing endemoniado y la bola se eleva, se va y se va de cuadrangular silenciando las gargantas de los miles de venezolanos en LoanDepot Park de Miami, donde acudieron más de 35 mil aficionados. Un grand slam de Turner acabó con las ilusiones del team Venezuela, que consume dos turnos, el octavo y noveno sin causar daño al enemigo. Se perdió una gran oportunidad cuando prácticamente se tenía lista la celebración pero el pitcheo no pudo contener al enemigo.
Frente a los Estados Unidos Venezuela no lució ese conjunto que enfrentó a Puerto Rico y República Dominicana con brío, con fuerza y evitando caer en errores. Los errores se presentaron en el primer episodio del compromiso y en parte permitieron las anotaciones del enemigo. Indudablemente que el pitcheo no cumplió el trabajo y una equivocación en lanzamiento podríamos decir que le quitó el bocado de la boca a los criollos, que de no ser así estarían en otra fase del torneo.
Estados Unidos mostró lo que se esperaba. Un conjunto donde brillan hombres del prestigio de Mookie Betts, Mike Trou, Trea Turner, Pete Alonso, Tim Anderson, Nolan Arenado, J. T Realmuto, algo que huele a los Yanquis de Nueva York. Ha finalizado la actuación de Venezuela y el balance es positivo y se despide hasta dentro de cuatro años y esperando que la lesión que sufrió José Altuve no complique la situación. Usa tapa boca. (GC)