Madrid, España . AFP | En medio de los altibajos de juego y resultados del Real Madrid, Vinicius, un joven brasileño de apenas 18 años se ha abierto camino hasta convertirse en un habitual para Santiago Solari y en la ilusión de la hinchada ‘merengue’.
«Tiene mucho talento y no sólo tiene talento sino que lo demuestra cuando toca demostrarlo que es en los partidos, ante toda la afición, ante jugadores con experiencia», le elogió el martes el técnico del Real Madrid.
Fichado al Flamengo en 2017 con sólo 16 años por unos sorprendentes 45 millones de euros tras unas buenas actuaciones con el equipo brasileño, Vinicius se incorporó al Real Madrid el verano pasado a caballo entre el filial y el primer equipo.
Sin apenas oportunidades en los primeros compases de la campaña con Julen Lopetegui, que consideraba que necesitaba «tiempo de coción», la destitución del técnico vasco y la llegada de Solari a finales de octubre han cambiado radicalmente el panorama del joven brasileño.
El técnico argentino, que contó con él cuando dirigía al filial, mantuvo su apuesta en el primer equipo: Vinicius ha jugado en 13 de los 18 partidos en que Solari ha dirigido al equipo blanco marcando 3 goles y 4 asistencias.
Soplo de aire fresco
En un equipo en el que las estrellas como Luka Modric, Sergio Ramos, Toni Kroos o Gareth Bale, no están brillando a la altura que se les supone, las rápidas cabalgadas de Vinicius por la banda, sus pases y sus regates han traído un soplo de aire fresco.
Vinicius «está dando grandes pasos. El talento lo tuvo siempre, pero darlos en el Bernabéu habla de su desparpajo y frescura. Transmite alegría», aseguraba Solari en enero pasado.
El brasileño es «un jugador ingenioso, anárquico, revoltoso, que era echado en falta en la delantera aún antes de verle», señalaba el director del diario AS Alfredo Relaño, destacando que, al menos, ha sido un revulsivo para el equipo blanco.
El joven extremo se ha metido, además, a la hinchada del Bernabéu en el bolsillo con su forma de jugar desenvuelta y sin complejos.
Los mismos que no han dudado en pitar a Bale, Benzema o Isco, animan a pleno pulmón cuando el joven extremo corre por la banda.
«El delantero de Río de Janeiro ya sabe que se ha convertido en el principal elemento de optimismo de una afición deprimida por el deambular de un equipo que le ha dado tres Ligas de Campeones seguidas pero que lanza señales de declive», afirmaba el diario Marca, comparando su irrupción a la de un joven Raúl González en 1994 con 17 años.
«Estoy muy contento con el cariño de la gente, solo quiero trabajar para el equipo, marcar goles y ser feliz», asegura Vinicius, que apenas aterrizado en el club blanco ya cosechó en diciembre el Mundial de Clubes, su primer título con el equipo blanco.
Quitar presión
Pero, si el estilo barroco del jugador puede entusiasmar a los aficionados blancos también puede levantar ampollas entre los contrarios.
En octubre pasado, tras una ‘lambretta’ fallida contra el Melilla en Copa del Rey, Vinicius se creyó en la obligación de justificarse: «Es mi forma de jugar; no sólo mía sino de todos los jugadores de Brasil. Lo hemos hecho mucho, siempre con respeto al adversario», dijo.
Pero, Vinicius crece a pasos agigantados y Solari, mientras lo elogia, tampoco pierde ocasión de protegerlo al ver cómo las esperanzas del equipo ‘merengue’ parecen cada vez más descansar sobre un juvenil de 18 años.
«Tenemos que cuidarlo todos nosotros porque no deja de tener 18 años y el peso de la competición siempre recae sobre los jugadores con mayor experiencia», recordaba el técnico argentino el martes pasado.
Pero, el sábado, Vinicius probablemente será uno de los hombres elegidos por Solari para hacer frente al crucial encuentro de Liga contra el Sevilla por la tercera plaza del campeonato.