Economía
“Deben reinvertirse en la industria petrolera los aumentos en los precios del crudo”
4 de marzo de 2022
Ucrania no está tan lejos de lo que parece y más allá del apoyo político a las partes en conflicto por parte del Gobierno y la oposición venezolanas, la economía nacional, entendida como fenómeno unitario, no pasará indemne a las consecuencias de esta crisis internacional.
Por un lado, están los efectos de ser Rusia un importante socio comercial de Venezuela y, en cierta manera, el respiradero frente a la serie de sanciones económicas sufridas por nuestro país; y por el otro, el efecto global que, empujando los precios de petróleo a lo alto, podría significar oportunidades.
Para el economista Aldo Contreras, aun con una producción petrolera baja, que alcanza a rondar el millón de barriles según los datos PDVSA, el ingreso a recibir en los próximos días no será nada despreciable y, en su concepto, debería en primer lugar ser orientado a la recuperación de la industria del hidrocarburo.
—Estos aumentos del petróleo permitirán más flujos de caja a PDVSA; sin embargo, debido a la gran deuda que mantiene la República –alrededor de 189 mil millones de dólares, ese ingreso adicional no sería suficiente. Además, tengamos en cuenta que para cumplir el Plan Económico y Social de la Nación, aprobado para el periodo 2020-2025, Venezuela debería estar produciendo 6 millones de barriles diarios, con toda la industria y los taladros funcionando. Lo más importante es que, con precios entre 60 y 80 dólares, el barril en 2022, se podría estar percibiendo más de 11 mil quinientos millones de dólares—afirmó Contreras.
Ese excedente que podría estar llegando por precios que ya rondan los 100 dólares el barril, tendría que ser la hora decisiva para decisiones siempre pospuestas, en la que sin traumas se abandone la dependencia a un solo rubro primario. Con un aumento del PIB se podría sacar al salario del venezolano del foso mundial de alrededor del dólar en que todavía se encuentra, como lo señalan diversos indicadores mundiales.
—Si se administrase bien podría contribuir a desarrollos importantes en el mantenimiento de la industria petrolera, que cada día ha quedado en mayor obsolescencia y con menos taladros disponibles. Tenemos que entender que Venezuela dejó de ser un país petrolero, por el abandono de su industria petrolera, por no reinventir en ella, ni apuntarle a la diversificación del aparato productivo nacional. Con este flujo de caja PDVSA puede vender al Banco Central una mayor cantidad de dólares para mantener el tipo de cambio entre 5 y 6 bolívares por dólar, para pasar de hiperinflación a inflación galopante. De esta manera, un gran reto será, a partir de esta circunstancia, recuperar el poder adquisitivo del venezolano, y el PIB podría crecer entre el 1 y 2 por ciento— dijo Contreras.
De otra parte, sostuvo Contreras, las buenas noticias podrían también ser para el Táchira, siempre y cuando se dé la apertura de frontera tan esperada, y la consecuente legalidad del comercio del transporte de mercancía, para lo cual se hace necesario adicionalmente un replanteamiento de los permisos para importar y exportar la producción no petrolera. De otra parte, un repunte de ingresos al país podría activar el sector financiero, que necesita, para este 2022, 12 mil millones de dólares para realizar los préstamos necesitados por el aparato productivo.
Freddy Omar Durán