Humberto Contreras

Economista Leonardo Soto: En cada región el comercio tiene características propias, pero en el Táchira “se requiere pensar tres veces más”, aunque los resultados son parecidos en todas partes

Cada región del país tiene características particulares en la actividad comercial, a nivel de economía de las ventas, que en ellas se desarrolla. En cada región se piensa que allí la situación económica es más difícil. Sin embargo, los resultados en cuanto a consumo y en cuanto a beneficios en cada región son muy parecidos, aunque el comerciante tachirense tiene que “pensar tres veces más” a la hora de aprovisionarse, tanto por la condición de frontera como por el valor de cambio de las tres monedas que se usan en el mercado local.

Así lo explicó el economista Leonardo Soto, doctor en Gerencia y creador del Movimiento Una Economía Diferente, quien se ha encargado de estudiar la economía de las ventas en el país, desde ángulos muy particulares, tema sobre el cual dio una rueda de prensa este viernes anterior en la sede de la Cámara de Comercio e Industria del Táchira.

Soto, quien es también dirigente de la Asociación Nacional de la Asociación de Empresarios, Emprendedores y Profesionales, y presidente de la Unión de Comerciantes del estado Zulia, comenzó señalando que hay mucha información respecto a lo que está ocurriendo a nivel estructural en el país.

–El Banco Central reporta un crecimiento de 8.78 % al tercer trimestre en lo que va de año. Además, hay reportes de crecimiento en algunas actividades económicas, tanto agroproductivas como comerciales, e incluso hay algunos datos con relación a exportación de rubros no tradicionales, como queso y otros lácteos, hortalizas, carbón vegetal, específicamente productos que se han exportado en más de 60 % a las islas de Aruba, Curazao y Bonaire.

Sin embargo, señala el especialista, toda esta data que indica que hay aparentemente repunte en el dinamismo económico, hay que analizarlo aguas abajo, en aspectos como qué está pasando con el tema de la venta al detal, con los mayoristas distribuidores, con los plazos de crédito que se están dando, producto de la necesidad de equilibrar la balanza entre lo que se produce y lo que se coloca, lo que rota a través del mostrador para la comercialización al detal, así como la variación del tipo de cambio que enfrenta la estructura comercial.

Dice que además hay actualmente una suerte de “romantización” del hecho de vender: “Es decir, vender cómo, para quién, cuándo, qué cantidad. Todos esos elementos, traídos a tierra y analizando la economía con un enfoque más tú a tú, más cara a cara, más presencial, en diferentes ciudades del país, es lo que yo como economista me he dedicado a hacer”.

–Me baso -explica Soto- en el principio clave de que la verdadera economía está en la calle, y que no se puede entender de Economía detrás de un escritorio, encerrado en una biblioteca o en un aula de clase. Por eso es que literalmente me ha tocado patear la calle, ir a las ciudades del país, un poco tomando esa información clave en cada ciudad, más allá del indicador grueso. Lo que la gente siente y piensa, inclusive quienes están estimando y planificando, de acuerdo con todo lo que ha ocurrido en el país, en los últimos seis u ocho meses.

–Entonces –continúa-, es interesante este contexto, aplicado a este nuevo enfoque de la economía de las ventas, donde más que una conferencia magistral, es un intercambio de ideas, un debate, un análisis en caliente de lo que está pasando en la economía, en este caso del Táchira. Y así como se ha hecho en varias ciudades. Esto es lo poderoso y valioso de este concepto que se está llevando a nivel nacional. 

Se le preguntó a Soto que si en el Táchira por ser frontera, por tener tres monedas, no tendría una situación diferente:

–Operativamente, siempre hay una diferencia en cada ciudad, en cada región. Lo que pasa es que la percepción de cada zona, desde el punto de vista económico, siempre está enfocada en mis códigos direccionales directos. ¿Qué significa esto?

Explica: “Cuando voy a cada ciudad, en cada una me dicen que la crisis allí es peor que en el resto del país. Es decir, la focalización del hecho económico, el código de comunicación entre cliente, comerciante, trabajador que depende de un salario mínimo, y todos esos elementos, que hay que analizar en detalle, con pinzas y bisturí, porque ciertamente no se parece cada realidad.

Pero hay una muestra general que dice que el comportamiento de ventas en las diferentes ciudades está generando una tendencia basada en el poder adquisitivo general, basada en expectativas, que me ha permitido permear y decirles, indistintamente de las condiciones, por ejemplo el Táchira, donde estamos conscientes de que son tres monedas, de que es frontera, y sin embargo hay un consumo parecido al que se está generando por ejemplo en Maturín. No igual, sino parecido”.

— ¿Y esa economía de las ventas no se diferencia cuando hay tres monedas, por ejemplo?

— La diferencia clave de la variación en cuanto a la relación comercial, es que dependemos mucho en el Táchira, por ejemplo, de cómo varía el tipo de cambio en frontera, en nuestro país vecino, en donde además hay un intercambio comercial constante. Obviamente sí afecta.

“Es decir, por eso es que esta ciudad, este estado, es tan emblemático a la hora de hacer análisis económico. El tachirense tiene que pensar tres veces más antes de decidir qué mercancía va a comprar, cuál va a ser la tasa a la que va a comprar, cuál va a ser la tasa para la colocación del precio de venta al consumidor final, y cómo sería su margen de utilidad.

Sin embargo, las muestras que he tomado de los resultados promedio de las utilidades, por actividad económica, no son muy diferentes a las de otros estados. El asunto es que el tachirense tiene que hacer un ‘retrabajo’, un sobre esfuerzo, en su trabajo, que le agota mucho más en el proceso de tomar decisiones. Y además de los precios, todos los problemas que sabemos existen lamentablemente en el país, como la falla de los servicios básicos, entre otras situaciones y que también es necesario que el tachirense, en su dinámica, lo analice. Las fluctuaciones en el servicio eléctrico, en el suministro de gasolina, que también se vive en cada ciudad, pero ciertamente, repito, cada ciudad, cada estado, tiene su particularidad”. 

“Obviamente, sí afecta. Sin embargo, los márgenes de utilidad o el resultado económico de la actividad empresarial o comercial per se, sigue siendo un margen de utilidad razonable en la expectativa de calidad de vida. Y aunque aquí se trabaje con tres monedas, el resultado económico en función de mi calidad de vida tiende a ser similar, dependiendo por supuesto de cada persona, y de la realidad de cada contexto socioeconómico”.

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