Economía
“El panorama económico de Colombia puede ser muy negativo si avanzan las reformas del presidente Petro”
6 de marzo de 2023
El economista mostró su preocupación por el marcado intervencionismo que ha estado experimentando el país
Diego Mendoza
En enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó su último informe, “Perspectivas de la economía mundial”, en el cual se puede evidenciar una fuerte caída en el crecimiento de Colombia y una tasa de inflación que sigue siendo considerablemente alta.
En términos reales, es decir, descontando la inflación, el Producto Interno Bruto (PIB) del país neogranadino habría crecido el pasado 2022 por encima del 8 %, cifra aupada por la reactivación y el reajuste de la economía nacional e internacional tras el levantamiento total de las restricciones por la pandemia de Covid-19.
Pero ahora el 2023 parece encaminado a una desaceleración pronunciada del crecimiento económico. Datos del FMI apuntan a que el crecimiento del PIB real de Colombia se podría ubicar en torno a 1,1 %, una tendencia a la baja que también experimenta toda la región.
Con el propósito de acceder a un análisis más detallado de estos datos, Diario La Nación conversó con el economista colombiano Luis Guillermo Vélez, quien es docente de la Universidad EAFIT y ha sido consultor en servicios públicos de instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
La macroeconomía colombiana
La marcada desaceleración del crecimiento viene acompañada por altos niveles de inflación, que pese a su reducción en comparación a lo que fue el 2022, sigue siendo considerablemente elevada. Según las estimaciones que maneja en Banco de la República, este año cerraría cerca de un 8,7 %, suponiendo que la desaceleración inicie en el segundo trimestre.
Para el economista Luis Vélez, la actual inflación es consecuencia de los errores en política económica en los que incurrió el Banco de la República “al expandir la oferta monetaria en un momento en el que la actividad económica estaba paralizada a causa de la pandemia”.
Ahora hay un sobrante monetario que no logra ser absorbido por la actividad económica, siendo el sector de los alimentos el que más se ha encarecido, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
“Y pese a que ciertamente el crecimiento en 2022 fue bueno, en los últimos meses del año se produjo una desaceleración considerable. Ocurriendo, además, una fuerte depreciación del peso frente al dólar, hecho que responde a circunstancias internacionales como la subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, pero también a fenómenos internos, como la incertidumbre que generó el nuevo gobierno”, sostuvo el economista.
El Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno
Presentado por el presidente Gustavo Petro para su desarrollo durante el periodo 2022–2026, el proyecto contiene propuestas como potenciar la “economía popular”, haciendo al Estado garante de préstamos y permitiéndole hacer contratos con microempresas y productores locales.
De igual forma, se muestra contrario a una política monetaria neutral, y en contra de los porcentajes fijos en el déficit fiscal y en el endeudamiento público estipulados en la ley.
Para el economista y presidente de la Fundación Centro de Estudios en Economía Sistémica (Ecsim), Luis Guillermo Vélez, el PND demuestra que “en Colombia ha habido siempre una política muy intervencionista, y creo que el presidente Gustavo Petro Urrego viene a acrecentar este hecho”.
“El único gobierno que introdujo cambios en esta dirección fue el de César Gaviria Trujillo, que procuró una apertura económica y entregó al sector privado el manejo de empresas de servicios públicos que ahora se están tratando de estatizar”, puntualizó.
Las reformas propuestas por el Gobierno nacional
Reforma al sector salud y al minero energético, fueron las dos puntas de lanza durante la campaña a la presidencia de Gustavo Petro, aunque ahora también se presenta una propuesta para introducir cambios en la legislación laboral.
En este sentido, Luis Guillermo Vélez empezó por asegurar que “el sistema de salud de Colombia es uno de los mejores a nivel de la región” pese a sus fallas, “como el tener que estar incluido a la fuerza, sin tener así oportunidad para elegir otras agencias privadas fuera de las ofrecidas”.
“Hubo una época en la que, al viejo sistema centralizado, al que quieren volver, de la llamada seguridad social, era ineficiente y por eso se tuvo que reformar. Considero que si volvemos atrás, el servicio de salud ciertamente será una no mercancía, pero a costa de ser de baja calidad para la inmensa mayoría de la población”, manifestó el economista.
Con relación al mercado laboral, cuya propuesta de reforma busca reducir la jornada de 48 a 42 horas semanales, Vélez prefiere apostar por una “legislación laboral que deje en completa libertad a empleadores y empleados para acordar la duración de la jornada y el pago por cada hora trabajada”.
Vale acotar que en 2021 fue aprobada la Ley Nº 2101 que establece esta misma reducción, pero de manera gradual, llegando a las 42 horas semanales en el año 2025, en aras de que esta disminución se pudiera compensar con un crecimiento de la productividad, la cual es tan sólo un 35 % del promedio de la OCDE.
En este sentido, “la flexibilidad laboral es elemental para nuestro país. Si uno revisa la tasa de desempleo en los últimos veinte años se da cuenta que a pesar del crecimiento que pudo experimentar la economía, siempre se mantuvo por encima de la media de la región, siendo de alrededor de un 10 %”.
Y en consideración a la propuesta de reformar el sector energético en pro de disminuir las emisiones de CO2, acotó que “hay que tener claro dos cosas, primero, que los que más generan dióxido de carbono son los consumidores de energía, y segundo, que las emisiones que genera Colombia representa el 0,24 % a nivel mundial, es decir, una cifra mínima”.
“En este caso, entorpecer o prohibir las actividades de este sector traería como consecuencia una caída de los ingresos en divisas, una pérdida de fuentes de empleo, y un aumento en las importaciones de petróleo y gas”.
“Teniendo todo esto en cuenta, creo que el panorama económico de Colombia puede ser muy negativo si avanzan estas reformas del presidente Petro”, agregó.
Propuestas para mejorar la situación
Ante este panorama, el economista desarrolló una serie de lineamientos que considera necesario implementar como parte de una “política macroeconómica consistente, neutral y de largo plazo”.
Con esto, hace alusión a “procurar una moneda neutral, sin expansiones monetarias dirigidas a favorecer a grupos económicos, siendo su emisión adaptada a la demanda real del mercado”.
“Por otra parte, se debe practicar la austeridad, con un déficit fiscal e imposición moderada”, puesto que, “al igual que en la economía de las personas, para un país poder enfrentar los diferentes escenarios que se avecinan, lo debe hacer a través del trabajo y del ahorro”.
Así mismo hizo un llamado a practicar una disminución de los aranceles para poder abrir el comercio exterior, y alertó de las graves consecuencias de implantar algún tipo de control de precios.
“En síntesis, el Estado debe simplemente abocarse a generar las condiciones de seguridad física y jurídica, con solidez institucional y reglas de mercado claras, que permitan a la iniciativa privada desarrollar la función empresarial que va dirigida a satisfacer las necesidades del público”, concluyó el economista.