Economía
“En Caracas no siempre se comprende la dimensión y características de la frontera”
5 de febrero de 2022
Polesel reitera que desde Colombia llegan productos que no tienen permiso sanitario, no tienen marcas registradas, son “piratas”, sin garantías, inconvenientes todos de no regularizarse la reapertura del comercio formal entre ambos países
El Dato…
“El comerciante quiere manejar una sola moneda y quiere que sea el bolívar”
José Luis Guerrero
Para Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, es importante que los gobiernos de Venezuela y Colombia miren hacia la zona de frontera y abran sus puertas. Es vital porque se deben regularizar muchas cosas, como el ingreso de las mercancías, verificar la calidad de las mismas, garantizar suministros y, por encima de todo, restablecer las relaciones culturales entre Táchira y el departamento Norte de Santander.
Ella creció en San Cristóbal y vivió lo que es una frontera viva. “El transito era una cosa regular entre los dos países. Muchas veces no nos dábamos cuenta del cruce de la frontera. El cierre tiene implicaciones culturales a ambos lados, porque hay vinculaciones familiares, muy arraigadas. Al interrumpir el flujo regular se afectan los derechos humanos, de estudio, de compra de productos…”.
Consideró que al interrumpir el flujo natural entre países vecinos se causa un daño inmenso al Estado, y “eso hay que abordarlo porque el Estado sale perdiendo en términos económicos. Se permite un paso irregular, que se presta para corrupción, para costos que son innecesarios, para delitos, muchos riesgos para las personas que van y vienen”.
Ingreso de mercancías colombianas
Polesel sabe del ingreso de mercancía a Venezuela desde Colombia sin un trámite mínimo de control. Para ella es muy grave.
“No todo el mundo está ingresando mercancía de calidad, comprobada. Estamos observando que esa irregularidad se presta para todo, incluso para la delincuencia. Llegan productos que no tienen permiso sanitario, no tienen marcas registradas, son ´piratas´, sin garantías, inconvenientes que, de no regularizarse la situación, no vamos a poder solucionar, que es lo que se quiere”, expresó.
— ¿Qué se debe hacer a corto plazo?
— Que los representantes de los dos gobiernos se sienten y analicen lo que significa la importancia de este flujo comercial. Puedo entender, del lado de Colombia, que persiste el temor por la diáspora, pero no vale el cierre. Es vital el entendimiento entre gobiernos. Los gobiernos deben entender la realidad de la frontera.
— ¿Cuándo podría darse ese paso?
— En Caracas no siempre se comprende la dimensión y características de la zona fronteriza, en lo político, cultural, su realidad…. Yo espero sea pronto.
— Se habla de las burbujas económicas, de la proliferación de bodegones, de ingreso de mercancía de otros países y poca producción nacional. ¿Qué sucede?
— Somos víctimas de dos fenómenos: primero, servicios puerta a puerta, traída de mercancía de otro país por empresas no legales, no es mercancía nacionalizada. Si se consume por la familia o por la empresa, allí no hay ilícito. Sí lo hay al venderlo, al comercializarlo, porque hay ilícitos aduaneros. Se perjudica el Estado, que deja de percibir ingresos, y al comercio formal, que sí trae la mercancía por los canales regulares.
— ¿Cuál es el segundo?
— Las exoneraciones para la importación de productos terminados, tanto de IVA como de tasas arancelarias. No es conveniente exonerar a unos productos y a otros no. Eso perjudica a la industria nacional, porque no exoneran la materia prima que se necesita para fabricar, y se perjudica al fabricante nacional, al formal.
Polesel precisó que los productos exonerados en su mayoría van a estas tiendas conocidas como bodegones, que por los precios se notan exoneraciones. El llamado es al camino formal.
— En Táchira, el peso colombiano favorece las transacciones en el comercio. ¿Es positivo?
— La meta debe ser recuperar el bolívar, como moneda de curso legal. Yo creo que a nadie le gusta utilizar monedas de otros países, como pesos colombianos, dólares, euros. Muchos comerciantes pequeños, en varias zonas del país, dicen que no importa cuál moneda sea, pero que sea una sola. Muchas monedas de uso hacen complejo el manejo del negocio, se necesita más personal…a veces se reciben pagos en tres monedas, además se paga en físico y pago electrónico. Hay un descontrol terrible, pero si es cierto que se aligeró el flujo económico en Táchira.
Dos graves problemas: la electricidad y el combustible
Para Tiziana Polesel, es importante tener los informes de lo que sucede en cada región del país en el área de comercio, pero es vital movilizarse a los estados, porque “es necesario ver de cerca, mirarnos a los ojos, para entender qué es lo que está pasando en cada región”.
Vino al Táchira junto a directivos de Fedecámaras y Conindustria, a compartir, ver el movimiento comercial y “analizar las profundas dificultades” propias de esta zona de frontera.
Resume en dos los graves problemas de servicios: la electricidad y la compra de combustible.
“Táchira es uno de los estados en los que se mantiene la falla de electricidad. En otros estados se ve menos, pero en esta zona del país, por los informes, es dramático. Se atenta contra muchos procesos comerciales, la movilización de la clientela, se impide la productividad ante la interrupción del servicio, y no todas las empresas, en un momento tan difícil en el que vivimos, tienen la capacidad de adquirir una planta eléctrica…es muy preocupante”.
El segundo elemento, que ella califica de “muy irregular”, es el suministro de combustible. “Tiene una especificad diferente al resto del país y estas dos cosas de alguna manera tienen mucho que ver con que no se pueda reactivar la actividad económica como se quiere”. (JLG)