Nelson Mujica sigue infatigable para seguir adelante con la entrega de su galardón “El Tiburón de Oro” y, además, “El Cóndor de Oro”, con los que por más de tres décadas han sido reconocidos los más destacados empresarios, artistas, locutores, plantas de radio y televisión que hacen vida en la región.

Y a pesar de las adversas condiciones impuestas por la pandemia del coronavirus que lleva ya año y medio diezmando a la humanidad, se espera que en cualquier momento, gracias a la inmunización de la sociedad, se pueda cumplir con este cometido que se ha vuelto tradicional en la región.

Para alcanzar tal objetivo, Nelson Mujica impulsa el desarrollo de este evento todos los jueves, a partir del mediodía y hasta las dos de la tarde, con el programa “Al ritmo del Tiburón”, que sale al aire por la emisora deportiva 88.5 FM que dirige César Semidey y en donde se da cuenta de las figuras nominadas a la entrega de estos galardones, que se han formalizado anteriormente en locales especiales como el Círculo Militar, el Club Táchira, La Castellana Country Club, entre otros, lo que ha motivado la presencia de las personalidades de diferentes actividades catalogadas como las de mejor comportamiento en el año.

Así, tanto el Tiburón como el Cóndor de Oro, han sido los premios para los mejores entre el universo de la canción, la agrupación musical, la animación, la locución, la televisión, tanto nacional como regional; además de la actuación, el comercio y la industria, que un equipo de consultores han decidido entregar entre los personajes nominados.

La ceremonia siempre se ha efectuado en distinguidas instalaciones y en medio de un show espectacular difundido tanto por la radio como por la televisión regional y nacional, según lo recuerda con significativo orgullo su promotor principal en esta entidad federal.

En esta ocasión, se espera salir de la crisis sanitaria para poder fijar fecha de entrega antes que finalice el año, según lo subrayó Nelson Mujica, que tiene por ahora la prioridad de llevarlo a cabo en el Círculo Militar.

Víctor Matos