Quien puso a bailar con un pegajoso ritmo a todo el continente en la década de los 60 del siglo pasado, Johnny Pacheco, convertido en una leyenda musical, falleció a la edad de 85 años, el pasado lunes 15 de febrero, en la ciudad donde residía desde niño, Nueva York.
Pacheco había nacido el 25 de marzo de 1935 en la localidad de Santiago de los Caballeros, en República Dominicana, de donde emigró con su familia a la edad de once años, huyendo de los horrores de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, dedicándose desde sus años mozos a la composición y a la interpretación del clarinete.
Al lado de Jerry Masucci fundó la Fania All Star, la orquesta neoyorquina que desde 1964 cambió la historia de la música popular con la denominada salsa, que para siempre entronizó en el gusto musical latinoamericano.
Por la productora de discos del mismo nombre pasaron relevantes figuras que tuvieron todo el apoyo de este legendario músico, como Celia Cruz, Willie Colón, Ismael Miranda, Héctor Lavoe, ‘Cheo’ Feliciano, Rubén Blades y Eddie Palmieri entre muchos más, con quienes grabó una serie de álbumes que ganaron todos los premios y lograron cifras récords de ventas.
Johnny Pacheco transformó el baile latinoamericano con un estilo que hasta la fecha se impone en numerosas salas de festejos en este continente americano, dejando un legado extraordinario de la canción, que antes de él se manifestaba a través de la guaracha, el chachachá, el merengue, la bachata y hasta el antiguo mambo cubano.
Con su desaparición física, se deja una insondable huella de un músico que empezó viviendo en los barrios pobres de Nueva York, hasta encumbrare como un ídolo hasta el momento de su muerte.
Víctor Matos