Las cercanías a la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, parecieran estar exentas de normas de convivencia. Por esas calles y carreras lo que reina es la anarquía por parte de quienes ejercen alguna actividad para el rebusque.

Este miércoles, en horas de la mañana, se pudo observar cómo algunos carros por puesto emplean las aceras para estacionarse mientras llegan los clientes, ya sea para una carrera hacia el terminal terrestre de San Antonio o el de San Cristóbal.

 “Carrito para San Cristóbal”; “carrito para el terminal de San Antonio”, son frases que el ciudadano empieza a escuchar desde que inicia su trayecto de retorno a Venezuela por el puente internacional Simón Bolívar.  El puesto hacia la Ciudad de la Cordialidad oscila entre 5.000 y 8.000 pesos; en las noches, la tarifa suele aumentar.

Algunos conductores, los que llegan más temprano o ya tienen apartados sus espacios, logran estacionarse sin inconvenientes. Otros, haciendo caso omiso a la normas, emplean las aceras, tal y como se evidencia en las imágenes captadas por el equipo de La Nación.

“Esos puestos también están alquilados. La gente se ha adueñado de sus frentes y hasta de las aceras, y cobran al conductor que use ese espacio”, precisó Ligia Moncada, habitante de la ciudad fronteriza.

Moncada precisó que pocas personas se atreven a denunciar por temor. “Aquí uno no sabe quién es quién, mijo.  Es mejor cuidarse”, acotó cansada de ver cómo el desorden se acrecienta.

“Uno, por estas zonas, no ve a los funcionarios de la policía o GNB tratando de evitar estas acciones. Ellos están en otros lugares”, ironizó la dama de 55 años.

Jonathan Maldonado