Los contenedores, lado venezolano, siguen en el mismo lugar. No han sido removidos.
Por Jonathan Maldonado
A 13 meses del cierre de los pasos binacionales por la pandemia, esta es la imagen que reina en el puente internacional Simón Bolívar: soledad.
Por este tramo, sigue activo el canal humanitario para pacientes crónicos y alguna otra emergencia evaluada tanto por las autoridades venezolanas como colombianas.
Atrás quedó ese paso atestado que se evidenciaba a diario en el puente a causa del río de gente que solía llegar de diversas regiones de Venezuela: algunos con planes migratorios y otros desde la movilidad pendular: cruzan al vecino país, realizan las compras, y retornan.
El flujo de ciudadanos, durante esta semana flexible, se ve es por las trochas. Decenas de ciudadanos siguen cruzando por los caminos, ya sea para ingresar a la nación neogranadina o para salir de ella.
Hoy está prevista la visita del presidente Iván Duque a Norte de Santander. Se espera que las autoridades regionales le pidan la apertura de la frontera.
En torno a los contenedores, lado venezolano, es de resaltar que siguen en el mismo lugar. No han sido removidos.