Una mujer con su carrucha cruzaba en horas de la mañana de este viernes 8 de octubre, el puente internacional Simón Bolívar, lado venezolano.
Cargada de mercado, la mujer iba en dirección a Venezuela, algo fatigada pese a que el sol aún no asomaba su máximo esplendor. Los vientos refrescaban un poco la jornada.
A la par, lo vehículos no se detenía en ambos carriles. Otro carruchero le seguía los pasos a la ciudadana. Atrás, un carretillero también ponía el mayor esfuerzo para no parar el ritmo.
Ese dinamismo dura 15 horas al día. A las 9:00 p.m., la soledad regresa al tramo binacional con un cierre que dura nueve horas. Vuelve a abrir a las 6:00 a.m.
Jonathan Maldonado