Desde mayo de 2022, el río ha ido socavando la estructura y provocando su desplome
Jonathan Maldonado
Otra área de El Andinito, en San Antonio del Táchira, colapsó en las últimas horas como consecuencia del socavamiento que ha ido provocando, en las bases de la estructura, las crecidas del río Táchira.
Desde el desplome de su pared perimetral, en mayo de 2022, la estructura educativa (preescolar) no ha visto luz. Los salones más cercanos al río han ido colapsando a medida que la furia del afluente debilita sus bases.
La institución, constituida por tres salones, un comedor y una cocina, funciona en el Destacamento 212 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en el municipio fronterizo Bolívar.
En los últimos meses, los más de 50 estudiantes y sus profesores fueron reubicados en otras áreas, alejadas del río.
Semanas atrás, el equipo reporteril de La Nación consultó a una fuente cercana a la institución y precisó que aún no estaban tomadas las decisiones en torno a si se iba a rescatar o no las instalaciones.
Todo apunta a que las próximas crecidas terminarán por arrastrar lo que queda de la institución.