Un grupo de docentes acudió este martes a la plaza Miranda de San Antonio
Jonathan Maldonado
«Con hambre no se puede enseñar. Con hambre es muy difícil presentarse ante los alumnos y estar modestamente vestido», afirmó el profesor jubilado, Álvaro Manrique, desde la plaza Miranda, en la ciudad de San Antonio del Táchira.
Manrique, junto a otro grupo de profesores jubilados y activos, respondió este martes al llamado a protesta pacífica para exigir un pago digno. Lo que gana actualmente, asegura, no le alcanza para cubrir su alimentación y sus medicinas.
Su sueldo mensual llega a los 100 mil pesos, una cantidad que no representa ni compensa lo más de 30 años que estuvo en las aulas, impartiendo conocimiento y formando a los jóvenes del mañana.
Para el docente, los profesionales de la educación ya no tienen opciones para entretenerse. «Ni para ir la cine en Cúcuta nos da el sueldo», enfatizó con la esperanza atada a sus palabras.
«Un profesor activo no puede comprarse ni un par de alpargatas», prosiguió, al tiempo que aprovechó la oportunidad para conminar a los maestros que aún están en las aulas a no tener miedo, a no dejarse amedrentar por nadie, a actuar en base a la realidad del país.
«Estoy aquí motivado por una mejor vida. Esto es una parte de la vida que se nos está yendo, no porque no hemos dado, pero tenemos un realidad muy lamentable. La gente se está muriendo de mengua, abandona las aulas porque no se cubren las necesidades», enfatizó.