El centro de San Antonio del Táchira, en el municipio Bolívar, continúa apagado no solo por los cortes diarios que registra el sistema eléctrico, sino por la soledad que sigue latente a un año de la reapertura de la zona.
Los comercios abiertos son contados. Al mediodía de este jueves 21 de septiembre, el sonido de las plantas eléctricas se escuchaba en varias de las fachadas comerciales.
«Significa un gasto que, aunque pareciera ser pequeño, no lo es para nosotros, pues son muy pocas las ventas que hacemos en el día, y prender la planta es un asunto diario», manifestó César Angulo, comerciante.
Para Angulo es lamentable este escenario, ya que el área comercial sigue estancada. «La soledad nos preocupa. No se ve una mejoría a 12 meses de lo que se llamó reapertura progresiva», dijo.
La cifra de cierre del comercio en frontera se mantiene elevada. Cerca del 90% está paralizado frente a un 10% que persiste a media máquina. La industria raya en cifras similares, según la Cámara de Comercio de la jurisdicción.
Los cortes y apagones han atizado, en los últimos meses, el panorama sombrío de los comerciantes, el cual tuvo su génesis con el cierre de frontera en agosto de 2015, y cuya agonía se entendió por más de siete años.
Jonathan Maldonado