Frontera
Erigen altar al pie del árbol donde venezolana murió tras atentado en Cúcuta
20 de abril de 2023
Jonathan Maldonado
Al pie del árbol donde Neyda Coromoto Rebolledo Tovar cayó gravemente herida, y a los minutos perdió la vida, tras la detonación de un artefacto explosivo, erigieron un altar con fotos de la ciudadana de 45 años. Un sentido mensaje acompaña las gráficas.
El árbol, de grandes dimensiones, está ubicado en el parque Mercedes Ábrego, en el corazón del centro de Cúcuta, donde el pasado lunes 17 abril se registró un atentado. Rebolledo estaba a pocos metros de la explosión. Fue la más afectada, al punto de quedar sin signos vitales.
La mujer era venezolana. «Desde el 2019 se encontraba en Cúcuta», dijo un hombre consultado por el equipo reporteril de La Nación, quien prefirió no revelar su nombre. El temor aún está latente en quienes frecuentan el parque.
Al arribar a la zona, es fácil detectar a la gran cantidad de venezolanos que hacen economía informal en el Mercedes. Pocos quieren hablar del caso con la prensa, aunque murmuran y observan con desconfianza a quienes se acercan a tomar fotos y a hacer vídeos en el altar.
Aunque el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, declaró que el cuerpo de Rebolledo sería repatriado a Trujillo, en el parque aseguran que ella es de la población de San Joaquín, en el estado Carabobo.
Rebolledo era madre de dos niñas, una de ellas de 8 años. Según versiones de quienes la conocían, ella solía viajar con frecuencia a su estado natal para compartir con sus familiares. El día del atentado, se encontraba a escasos metros del recipiente de basura donde estaba oculto el artefacto. Cerca de las 11:20 a.m. de ese lunes fue detonado.
«Ella corrió, herida, hasta donde está el árbol. Cuando las autoridades y las ambulancias llegaron, ya estaba muerta», recalcó el hombre consultado, quien precisó que la mujer se dedicaba a la economía informal. Algunos medios aseguran que vendía café y golosinas.
Una ténue llama
Las velas dispuestas alrededor del altar, ya estaban a punto de ser consumidas en su totalidad. Una ténue llama se negaba a apagarse. Dos ramos de flores naturales, también destacaban a los lados de un pequeño libro que daba la impresión de que se trataba de la Biblia.
Los lazos negros en sinónimo de luto, no faltaron entre los elementos que colocaron. «Tu partida inesperada ha dejado en nuestras vidas el recuerdo imborrable de tu juventud y alegría», rezaba parte de la frase escrita con marcador negro.
Otro ramo, ya marchito, estaba cerca de las velas, mientras que unas flores rosadas, de material sintético, se hallaban arregladas en un florero que reposaba cerca de la Biblia. «Ella era muy tranquila. Muy lamentable lo que sucedió», agregó el ciudadano que prefirió no ser identificado.
Neyda Coromoto Rebolledo Tovar llegó a Cúcuta en busca de una mejor vida, al igual que cientos de migrantes venezolanos. Sus planes fueron truncados tras el atentado del pasado lunes, donde otras siete personas resultaron heridas.