Frontera
Gemelas sanantonienses brillaron en el Festival Mundial de la Salsa en Cali
11 de octubre de 2023
Johksaret Guzmán Caprara ocupó el tercer lugar
Jonathan Maldonado
Las gemelas sanantonienses Johksaret Guzmán Caprara y Andrea Guzmán Caprara brillaron en el Festival Mundial de la Salsa en Cali, en Colombia, dejando el nombre de la frontera en alto.
Con apenas 17 años, las jóvenes conquistaron la pista de baile mundial con un género que exige disciplina, dedicación, esmero y perseverancia. Todos estos valores los tienen inculcados, gracias al apoyo irrestricto de su familia.
Johksaret ocupó el tercer lugar en la categoría Juvenil Pareja Cabaret Amateur. Su hermana, Andrea, quedó en el décimo quinto puesto con un baile también impecable que deslumbró a los presentes y al jurado.
Las gemelas están desde los 4 años en academias de baile. Su proceso suma 13 años ininterrumpidos que les da el aval de estar en la categoría de profesionales del baile, cuya más reciente etapa ha transcurrido en una academia de Cúcuta (tres años), en Norte de Santander.
«Fue una experiencia increíble, un sueño, una meta cumplida. No creí que iba a llegar tan lejos en una competencia mundial», resaltó Johksaret. Y es que se trata de la primera ocasión en la que las gemelas participan en una competencia de talla internacional.
La salsa llegó a la vida de las hermanas cuando rayaban los 14 años. «Fueron más de 20 países los que participaron en el mundial y la enseñanza fue única, ya que aprendimos muchas cosas nuevas que nos van a permitir seguir con este arte», señaló Andrea.
Las jóvenes reconocen que la competencia fue dura, pues había mucho talento en el mundial; sin embargo, el haber estado en ese escenario las hizo sentirse triunfadoras, ganadoras. Aunque Johksaret y Andre bailan todos los géneros, aceptan que se desenvuelven, casi a la perfección, con la salsa. También llevan presente el folclore nacional. ¡Son venezolanas!
Siempre ligadas al arte
Desde muy pequeñas, las gemelas han estado vinculadas al arte: canto, música y danza. Pero el baile ganó terreno en el momento en el que les diagnosticaron hipoglucemia, y debían hacer ejercicios constantemente. «¡Y qué mejor ejercicio que el baile!», exclamaron.
En este camino de grandes logros, destacan, sus familiares han tenido un rol primordial, gracias al apoyo y empuje que le han brindado. «Yo quedé con ganas de seguir compitiendo. Una competencia de esta talla me hizo crecer como bailarina», soltó Johksaret para luego rematar con gran madurez: «dicen que el Festival de la Salsa es la graduación para todo bailarín, pero para mí es el comienzo».
«La conexión que tenemos al bailar es algo inigualable», agregó Andrea, siempre en complicidad con su hermana. Las dos dejaron claro que la universidad, etapa que están a punto de iniciar en el vecino país, no será impedimento para seguir bailando. «No vemos bailando por muchos años más», aseguraron.
El Festival Mundial de la Salsa en Cali se desarrolló desde el pasado 4 y hasta el 8 de octubre. Este martes arribaron a San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, con el aplauso y abrazos de familiares y amigos.