Frontera
Las peripecias de Andrea Useche para vacunar a su hijo en Colombia
30 de junio de 2021
Diversos casos médicos siguen llegando a la frontera, en semana radical, para emplear el paso preferencial
Jonathan Maldonado
Andrea Useche, de 33 años, viajó desde San Cristóbal, hasta la ciudad de San Antonio del Táchira, para hacer uso del canal humanitario y lograr vacunar a su hijo menor en la vecina nación, Colombia.
Al llegar a la avenida Venezuela, en el municipio Bolívar, se encontró con una larga fila de personas que, al igual que ella, deseaban ingresar a Colombia por el puente internacional Simón Bolívar.
«En Venezuela, estas vacunas no las hay», dijo la dama, visiblemente cansada, pues llevaba más de una hora en cola y apenas había avanzado un poco más de la mitad. «En este punto aún me queda, como mínimo, media hora», dijo con su niño descansando en su regazo.
El sol abrasador de la frontera, a la hora de la entrevista con Andrea (9:00 a.m.), ya estaba comenzando a sentirse. Algunos se tapaban con un suéter; otros, simplemente, usaban los papeles de sus citas médicas como sombrilla.
Useche estaba consciente de que, una vez pasara la primera fila, la esperaba otra, que es mucho más dilatada y suele registrarse a la altura de la plaza La Confraternidad. «Deben tener más consideración», acotó.
La ciudadana aprovechó la oportunidad para instar a las autoridades a agilizar más el proceso, pues los retrasos que se dan en el corredor provocan que los pacientes no lleguen a la hora citada por el hospital o clínica.
La historia de la joven se replica en la mayoría de pacientes. El caso de ella, quien iba por la vacuna de su niño, tenía garantizado el paso, así como quienes van por cuestiones oncológicas, renales, VIH o aplicación de la segunda dosis contra la covid-19.
Martes radical
Por ser día radical, Andrea tuvo varios inconvenientes para llegar a la frontera. En varios puntos del trayecto, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la policía la pararon para preguntarle adónde se movilizaba.
«Como son días radicales, se hace más difícil llegar», indicó la progenitora mientras reiteraba la necesidad de que el paso preferencial tenga más personas atendiendo, que garanticen un tramo más fluido.