Parte de las torres y guayas de alta tensión que conforman la línea binacional San Mateo, es visible en la entrada a la zona sur del municipio fronterizo Bolívar.

Con la agudización de los cortes eléctricos, la comunidad de frontera se pregunta qué ha pasado con la posibilidad de que Colombia le venda electricidad a Venezuela mediante esta línea que va desde Cúcuta, cruza el río Táchira, y llega hasta la subestación de Vega de Aza. Lustros atrás, Venezuela le vendió electricidad a Colombia, y viceversa.

Tanto el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, como el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, veían factible la compra de electricidad al vecino país. En una oportunidad, Rengifo, en visita a la frontera, indicó que de parte de Venezuela se estaban ajustando los detalles y el mantenimiento para poner en marcha esa alternativa. Sin embargo, los cortes han retornado y no se ha vuelto a tocar el tema.

«Urge que haya una solución para estos apagones. Uno pasa por Llano de Jorge, observa las torres, y se pregunta: qué hará falta para que Colombia nos pase electricidad. Sería una opción muy viable ante el severo racionamiento», señaló Frank Monsalve, habitante de la frontera.

En el eje de frontera, el poco comercio que está activo (10%), no puede ejecutar a cabalidad sus tareas por las reiteradas suspensiones del servicio. Algunos prenden sus plantas eléctricas con costos que llegan, en ciertos casos, a los 50 mil pesos por día.

La línea binacional, cuando estuvo activa, llegó a enviar hasta 230.000 voltios, suficiente para darle un alivio a la ciudadanía de la entidad andina y al sector productivo, frente a los prolongados cortes de electricidad.

Jonathan Maldonado