Entre 900 a 1.000 migrantes, ya sean retornados o de salida, atendieron al mes en la Casa de Alojamiento Temporal Esperanza Venezuela, ubicada en la ciudad de San Antonio del Táchira, para un total de más de 11 mil atendidos en 2024.

La estructura, que entró en funcionamiento el 5 de marzo de 2021, bajo la batuta de la Diócesis de San Cristóbal y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), amplió el alojamiento por tres noches a 50 personas, extendiendo incluso el número de días si el caso familiar o individual lo requiere.

Además del alojamiento, en la casa de frontera se brinda alimentación, duchas, kits de higiene, atención primaria en salud, atención psicosocial y atención legal. También hay transporte humanitario para migrantes retornados hacia su lugar de origen.

Las instalaciones cuentan además con una área para niños, donde se promueven los valores, así como la ampliación de duchas y del área de la cocina. La comunidad LGBTQ+ también tiene garantizado su espacio.

«Hay otras tres casas en el estado Táchira: dos dedicadas a la protección de la niñez y sobrevivientes de violencia y la otra situada en Capacho, que da hospedaje por un día, alimentación y servicio de duchas», precisó la fuente consultada por La Nación.

Otro punto a resaltar de la Diócesis de San Cristóbal, junto a la OIM, son los cuatro puntos móviles: Capacho, Pedrera y Vega de Aza, con una atención de 500 personas al mes en cada punto, y el terminal de pasajeros de San Cristóbal, con una atención de 2.000 personas al mes.

«Los atendidos en la Casa de Alojamiento Temporal de San Antonio se dividen entre migrantes retornados y los que van de salida. En diciembre, por la época, la mayoría fueron retornados», subrayó.

Dejó claro que el trabajo es posible gracias al permiso otorgado por el Estado y de la colaboración de las autoridades locales.

Jonathan Maldonado