Jonathan Maldonado
El analista en temas de frontera William Gómez indicó que mientras en el Táchira, y con mayor énfasis en el eje San Antonio-Ureña, el comercio e industria se mantienen estancados y con tendencia a la baja, en la ciudad de Cúcuta, según la Cámara de Comercio, más de 396 empresas, de origen venezolano, han sido creadas este año y están activas en la capital nortesantandereana.
Gómez explicó que los motivos que llevan a empresarios, comerciantes y emprendedores venezolanos a establecer su negocio en Cúcuta y no en San Antonio o Ureña están relacionados con la falta de incentivos gubernamentales para dinamizar el comercio en la zona, la escasez de materia prima, la incertidumbre política y los factores socioeconómicos del país, como el bajo poder adquisitivo que limita el consumo de los ciudadanos.
«La baja calidad y alto costo de los servicios públicos, así como los altos impuestos fiscales y parafiscales, sumado a la casi nula visita de compradores colombianos en la actualidad, hacen poco atractiva la zona para los inversionistas, ya que se vuelve complejo y no rentable tener un negocio activo», subrayó.
El analista en frontera aclaró que si bien en Cúcuta han bajado las ventas en los últimos meses, acentuándose en estos días postelectorales, por la poca afluencia de compradores venezolanos, la dinámica del comercio del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) sigue siendo mucho más rentable, favorable y estable para los empresarios e inversionistas venezolanos por la facilidad para acceder a créditos, pese a algunos factores como el alto costo de los servicios públicos e impuestos.
«Cúcuta, aparte de la gran vitrina de productos y variedad de precios, dispone de espacios públicos y privados mejorados e innovados, con áreas recreativas y de esparcimiento, que atraen aún más la presencia de compradores nacionales y extranjeros, quedando San Antonio y Ureña como ciudades de paso por el deterioro de la infraestructura comercial e industrial», especificó.
William Gómez hizo un llamado a las autoridades a crear políticas hacia las regiones fronterizas que dinamicen el desarrollo socioeconómico, así como la implementación de regímenes especiales con incentivos fiscales, tributarios, arancelarios-aduaneros, y el otorgamiento de créditos financieros por la banca privada o pública.
También propuso que haya inversión para las mejoras e innovaciones de los espacios públicos que permitan lograr un área competitiva y atractiva para los inversionistas, ya que en lo que va de 2024 el comercio está paralizado en un 92 %, mientras el 8 % activo funciona al 30 % de su capacidad.