Frontera
Pamplona está a punto de estallar por presencia masiva de caminantes
14 de agosto de 2019
En diversas oportunidades, autoridades municipales han citado a representantes de los refugios, alegando denuncias sobre ocupación ilegal del espacio público y otras violaciones al Código de Policía realizadas por venezolanos caminantes
(Cúcuta) Desde la última semana se ha triplicado el número de caminantes venezolanos en la ruta entre Cúcuta y Bucaramanga. Cientos de ellos se concentran en la ciudad de Pamplona, donde ni avanzan ni retroceden, generando una presión social que amenaza con estallar negativamente.
Así lo ven venir algunos de los miembros de la Red de Refugios, quienes afirman que ya no dan abasto para la atención de caminantes en los cuatro refugios instalados en dicha ciudad del Norte de Santander.
En Pamplona se han presentado algunos llamados, por parte de sectores de comunidades, alentando a protestas de calle en contra de la presencia de caminantes venezolanos en su municipio. En diversas oportunidades, autoridades municipales han citado a representantes de los refugios, alegando denuncias sobre ocupación ilegal del espacio público y otras violaciones al Código de Policía realizadas por venezolanos caminantes.
Pero una simple observación demuestra que el tema se ha agravado. La presencia de caminantes en las calles de Pamplona ha crecido notoriamente en los últimos días, tensando aún más las difíciles relaciones entre algunas comunidades, autoridades y organizaciones humanitarias. Lo obvio: al quedarse sin posibilidad de albergue por sobrecupo en los refugios, cientos de venezolanos optan por dormir en andenes y espacios públicos, justificando, de alguna forma, el discurso xenofóbico.
“Familias enteras, con muchos niños, que luchan al día por conseguir alimentos, abrigos o el kit de la Cruz Roja”, señala una de las voluntarias en Pamplona. Y es que el conocido kit, que contiene alimentos y elementos básicos, se ha convertido en uno de los elementos más preciados, tanto para el caminante como para los negociantes, quienes se aprovechan de la circunstancia para hacerse de estos elementos y revenderlos posteriormente en Cúcuta.
Tres razones
Son tres las razones que han represado a los caminantes en la ciudad de Pamplona. La primera es la cercanía del 26 de agosto, fecha límite señalada por el gobierno de Ecuador para iniciar el proceso de exigencia de visa a todo venezolano en su territorio. “Muchos sacan cuentas y piensan que no van a poder llegar a la frontera con Ecuador caminando, por eso tratan de buscar dinero en Pamplona para poder seguir la ruta en transporte”, señala una fuente consultada.
La segunda razón son las noticias sobre los cada vez más frecuentes asaltos por parte de grupos violentos a caminantes, en la vía a Bucaramanga y en Barrancabermeja. “Ha crecido el temor, ya que ellos vienen con muchos niños, hay mujeres solas y mucho miedo”. Algunos caminantes se han devuelto para Pamplona, afirmando haber sido atracados por grupos violentos que se autodenominan “Los Hinchas”, quienes no solamente los roban sino que los humillan, los hieren y amenazan de muerte, si siguen su camino hacia el interior de Colombia.
“A pesar de las denuncias, la policía poco actúa en la zona y al pasar Pamplona la gente se siente más vulnerable frente a la acción de los delincuentes”, indica la fuente.
La tercera razón es el propio hostigamiento de las autoridades. Los caminantes están denunciando la presunta persecución por parte de funcionarios policiales en Bucaramanga, alentados por la alcaldía de la ciudad, quienes tendrían la orden de hacer muy cuesta arriba la presencia de caminantes en su jurisdicción.
“El sentido de esta medida es el de hacer totalmente inhóspita la presencia de caminantes, forzándolos a marcharse de la ciudad lo más rápido posible, buscar otras rutas alternativas o ser detenidos por faltas menores, que justifiquen su deportación hacia la línea fronteriza”.
Para muchos, las autoridades nacionales deben asumir esta situación antes de que se produzcan hechos de violencia que alteren aún más la situación en Pamplona. Se deben coordinar acciones y es el clamor, no solamente de las organizaciones humanitarias de la zona, sino también de quienes se oponen a la presencia de caminantes venezolanos en esta ciudad. (Alans Peralta/Xendero)