Aunque en menor proporción, en las vías fronterizas siguen divisándose a grupos de caminantes: tanto de retorno como de salida.
Este jueves, a la altura de Peracal, algunas personas ingresaban a pie, rumbo a las trochas, mientras otros salían del municipio, rumbo a sus ciudades de origen, tras haber arribado a Venezuela por los caminos verdes.
Estas sinuosas rutas siguen abiertas en estos días de radicalización. Lo que sí ha cambiado es el número de personas que las están cruzando: actualmente es menor por baja movilización.
«Vengo de Bucaramanga y, ante la falta de transporte público, decidimos seguir a pie nuestro trayecto. Voy a Maracay», dijo algo fatigado Nelson Fuentes.
Fuentes espera que durante la travesía algunos aventones surjan. «He caminado pocos kilómetros, pero ya siento cansancio», reconoció.
Jonathan Maldonado