Frontera
Pico Bolívar y otras maravillas de Mérida en pesebre de la frontera
20 de diciembre de 2023
Una vez más, la familia Prato Rincón le rinde tributo al niño Jesús mediante un majestuoso pesebre
Jonathan Maldonado
Carmela Rincón de Prato, de 88 años, matriarca de la familia, llevó la batuta, una vez más, de la construcción del gran pesebre temático de la frontera, el cual, por varios lustros se ha erigido en el corazón de su hogar, en el barrio Simón Bolívar, en San Antonio del Táchira.
Mérida fue en esta ocasión el ambiente natural para inspirarse. Maravillas como el Pico Bolívar, la Capilla de Piedra del «artista del páramo», Juan Félix Sánchez, en San Rafael de Mucuchíes y los famosos túneles, ubicados antes de llegar la ciudad, fueron estampados en el pesebre.
La familia abre las puertas para quien desee verlo. Un grupo de laicos del Colegio Nazareth arribó a la vivienda para contemplar el ingenio de la familia. En años anteriores, erigieron el Santuario de la Virgen de Lourdes, Machu Picchu, Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, el Gran Cañón. Hay otros más.
Lisbeth Niño, nieta de doña Carmela, fue la encargada de darle vida a las montañas en casi un mes, mientras su hermano, Alexander Niño, diseñaba la Capilla y el teleférico con el Pico Bolívar. Todo se hizo con material reciclado de los puentes anteriores.
Lo que erige se hace con el aval de la matriarca. Ella aprueba la temática, la cual, en la mayoría de veces, ha llegado a su memoria como mensaje divino. Y es que la fe de la octogenaria es inquebrantable, pese a que su salud estuvo algo quebrantada.
«Yo siempre le decía a mi nieta que hiciéramos el Pico Bolívar y uno de mis hijos marcó la pauta en cómo hacerlo», manifestó Rincón de Prato, al tiempo que calificaba el pesebre como una «obra de Dios».
Se siente halagada por la voluntad y manos prodigiosas de sus nietos, quienes, año tras años, se unen para darle vida a un nacimiento inspirado en una temática específica. «Ellos ayudan, ponen las manos, la alegría. Yo aporto la idea», detalló.
Henry y Elizabeth Pato, hijos de doña Carmela, expresaron que el pesebre es un acto de fe, piadoso y de honra a la gloria de Dios, como padre redentor. «Es en homenaje al misterio de la Encarnación que quiso Dios hacer a través de la Virgen María y de San José», recalcaron.