Representantes de los niños que viven en Ureña y estudian en la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, piden mayor organización en el arribo de gandolas a zona de El Escobal.
Recalcaron que los vehículos de carga pesada suelen estar en el punto en horas pico y, en la mayoría de ocasiones coinciden con la llegada del transporte escolar que moviliza a más de 2.000 alumnos desde el sector fronterizo hasta Cúcuta, y viceversa.
«El transporte escolar se ve en la obligación de estacionarse lejos del paso binacional, lo que representa un riesgo para los niños», manifestaron.
Instan a los gobiernos de ambos países a buscar la forma para que la dinámica que genera las gandolas, en ciertos lapsos del día, no provoque inconvenientes en el traslado de los niños. «Hay que brindarles seguridad a los estudiantes», enfatizaron.
Jonathan Maldonado