Como J. J. Mendoza, de 35 años de edad y de nacionalidad colombiana, fue identificado el hombre que este fin de semana fue detenido por funcionarios de Politáchira, sindicado de estar incurso en el delito de Violencia de Género, en procedimiento practicado en el municipio Pedro María Ureña.
La detención la practicaron el sábado, a las 5:30 de la tarde, en la avenida principal, entre las carreras 2 y 3, del casco central de Ureña, quedando a disposición de la Fiscalía 32 en Materia de Violencia Contra la Mujer, con sede en San Antonio del Táchira, municipio Bolívar.
De acuerdo a la versión policial, J. J. Mendoza, un comerciante con residencia en el sector Che Guevara, del mismo municipio, parece resistirse a aceptar que la relación con su ahora exmujer, terminó hace poco más de un mes, por lo que se estaría dando a la tarea de atosigarla.
La última acción que cometió, al darse cuenta que la dama, de 42 años, no atendía a su intención de reanudar la relación, fue agredirla de manera verbal, con palabras obscenas, y a la vez, amenazándola con una botella.
El sábado en la tarde, presuntamente ebrio, fue a buscarla a la residencia en la que la dama reside con sus tres hijas menores de edad, pero ésta no estaba. Aguardó a que llegara, pero al notar que no lo hacía, comenzó a gritar obscenidades, por lo que las niñas se asustaron y se escondieron.
Los vecinos la llamaron por teléfono a la madre para contarle lo que estaba ocurriendo. Ella estaba trabajando cerca, pero cuando llegó, el hombre aumentó los insultos y ofensas en su contra.
Logró evadirse de la residencia y dirigirse a la estación policial de Politáchira, donde denunció lo que estaba ocurriendo y que sus hijas estaban escuchando. Dijo también que no era la primera vez que los hacía, que ya esa situación se había repetido.
Una comisión se dirigió al sitio, logrando detenerlo fuera de la casa. Mendoza, quien tiene prontuario policial por el delito de contrabando, fue trasladado a la sede policial y de allí, quedó a disposición de la Fiscalía.
Miriam Bustos