Los 300 metros del tramo binacional necesitan asfalto
Jonathan Maldonado
En el puente internacional Simón Bolívar, lado colombiano, se contabilizan 10 tubos de aluminio hurtados de las barandas que están a los extremos del tramo binacional.
El escenario representa un peligro para los transeúntes que a diario atraviesan los 300 metros del trayecto internacional más emblemático y empleado por la ciudadanía.
«Las autoridades deben arreglar esas barandas. Hay espacios que solo cuentan con un solo tubo y se corre el riesgo de que alguien se pueda caer», manifestó uno de los transeúntes en conversación con La Nación.
El deterioro del paso formal de mayor importancia para propios y visitantes requiere de la intervención de ambos gobiernos. «El tema de las barandas es del lado colombiano, pero todo el trayecto necesita de asfaltado y otros cariñitos», prosiguió.
El pasado 21 de agosto de 2023, autoridades municipales, en compañía de representantes del Ministerio de Obras Públicas, del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) y de Corpoelec, anunciaron el embellecimiento y adecuación del puente Simón Bolívar, lado venezolano, el cual incluiría asfaltado, iluminación y pintura. También se habló de la instalación de un letrero similar al de Tienditas.
El paso formal lleva más de un año abierto para el paso de vehículos y urge que ambas naciones emprendan trabajos en conjunto para darle un mejor rostro. Así lo demanda la población que hace vida en frontera.
Por este puente, al día, pueden cruzar más de 16 mil vehículos y cerca de 7.500 transeúntes. Su dinamismo se mantiene desde su activación a las 6:00 a.m. y hasta las 9:00 p.m., concentrando las horas pico de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.