Ciudadanos lamentaron que haya discriminación en torno a los cortes eléctricos en la frontera
Jonathan Maldonado
Las cacerolas no faltaron durante la marcha. El sonido de este utensilio del hogar se mezclaba con la consigna “queremos luz” que coreó un grupo de sanantonienses desde Puente Tierra, en el municipio Bolívar, hasta Corpoelec. La inconformidad por las prolongadas fallas los llevó a alzar su voz de protesta este viernes.
Eran cerca de las 9:40 a.m., cuando un nutrido grupo de manifestantes decidió emprender su camino hasta la institución referida. Algunos iban con su bandera en mano, otros con sus pitos; también estaban quienes prefirieron drenar con la olla más vieja de su hogar.
A pocos minutos de haber iniciado la marcha, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se acercaron hasta donde se encontraban los manifestantes para mediar. Los ciudadanos dejaron claro que el objetivo era llegar hasta Corpoelec para conversar con el ingeniero encargado. Así lo hicieron.
“La luz falla mucho. Es demasiado el chalequeo con esa luz. Hemos pasado 14 horas al día sin el servicio. No tenemos agua, no tenemos electricidad. Aquí hay que tener paciencia”, aseguró María González, habitante de Puente Tierra.
Al igual que González, la señora Leonor Millán lamentó que los cortes prolongados solo se den en unos sectores mientras en otras comunidades ni siquiera la quitan. “Eso es discriminación. Si van a suspender la luz, debe haber un cronograma equitativo”, dijo.
La caminata transcurrió con normalidad y civismo por las vías más céntricas de la ciudad fronteriza. Los manifestantes instaban a los demás a unirse a la protesta. “¿A ustedes no le falla la luz? ¡Qué esperan! ¡Únanse!”, era parte de las frases que proferían.
Llegada a Corpoelec
Al arribar a Corpoelec, tras casi una hora de marcha, funcionarios de la GNB y de la policía custodiaban la zona. De inmediato, el comandante del Destacamento 212 se acercó hasta el grupo para mediar y servir de puente entre ambas partes.
Luego de varias conversaciones, se logró que una comisión, conformada por nueve mujeres, en representación de los sectores afectados, ingresara a la sede de Corpoelec para hablar con el ingeniero encargado y con otros trabajadores que habían llegado de San Cristóbal.
La reunión duró aproximadamente media hora. “Nos dijeron que el lunes nos daban una respuesta ante nuestras peticiones”, señaló una de las damas.