El retorno lo hizo por la frontera entre Táchira y Norte de Santander
Jonathan Maldonado
Xioxoix González Navarro, de 63 años, conformaba el amplio grupo de ciudadanos que se hallaban a la espera para embarcar el expreso en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar.
Regresaba a Venezuela por la frontera entre Táchira con Norte de Santander, tras 12 años en tierras foráneas. La mayoría los pasó en Argentina. Su acento lo corrobora. «Allí estuve como profesor de música», dijo.
Estima estar en el país 18 meses. «Retorno para abrazar a mis afectos, a mis niños (hijos)», subrayó con la felicidad atada a su mirada, pues ya estaba en Venezuela y solo le restaban horas para arribar a Barquisimeto, en el estado Lara, de donde es oriundo.
Xioxoix, nombre creado por su papá, quien era escritor (poeta) y le gustaba jugar con las letras, toca el cuatro, la guitarra y el piano. En la década de los 80′, participó con reconocidas bandas del país. Incluso, tuvo la oportunidad de compartir con Yordano.
«También espero ver a mis amigos, volver a tocar con ellos en los restaurantes y bares», resaltó el ciudadano, quien en medio del bullicio y de los constantes llamados de los transportistas, trataba de hilar sus ideas.
No hubo percances en el camino. Hizo estaciones en países como Ecuador, donde visitó a amigos y descansó varias semanas. Su viaje lo hizo al mejor estilo hippie, sin preocupaciones, pero con el objetivo en Venezuela, en volver ver a su gente. «Tocaba en restaurantes y bares durante esas paradas», indicó.
«Disfruté cada parada», prosiguió mientras acariciaba la guitarra que sacó de su forro para demostrar sus habilidades con el instrumento, mientras cantaba «Ansiedad».
«También debo aprovechar mi regreso para sacar unos documentos, apostillar y así devolverme a Argentina, donde voy a terminar una producción musical», enfatizó el sexagenario.
En la frontera, los que retornan son pocos. La imagen que más prevalece es la del que se va, la que de deja sus raíces para aventurarse en países como Estados Unidos, adonde está apuntando la mayoría de los jóvenes migrantes.
La estadía de Xioxoix González Navarro es temporal y está enfocada sus dos hijos: uno de 17 y otro de 19. «Tengo otra hija, de mi primer matrimonio. Ella tiene 25 años y vive en Perú», aseguró.
La frontera lo recibió por unas horas. En la tarde tomó la unidad con destino a la tierra que tanto añoraba.