Frontera
Secuelas en frontera a 10 años del cierre
martes 19 agosto, 2025
El eje San Antonio del Táchira – Ureña fue la zona más golpeada a raiz del cierre de frontera, decretado por el Gobierno de Venezuela el 19 de agosto de 2015, que se extendió por más de siete años. A 10 años de ese lóbrego momento, las secuelas siguen muy latentes en el comercio e industria de la zona.


Walter Márquez, diputado jubilado de la Asamblea Nacional (AN); William Gómez, analista en temas de frontera; y Carlos Taborda, exconcejal de Pedro María Ureña dejan por sentado el impacto negativo, tanto en lo económico como social, que tuvo esa medida para un eje que, a la fecha, sigue sin recuperar su dinamismo.

Gómez estimó que el comercio e industria en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, continúan paralizados en un 92%. «Solo el 8% se encuentra activo y trabajando a media máquina», alertó al subrayar que esas cifras son consecuencias provocadas por el cierre de frontera.
Para Márquez, las pérdidas fueron millonarias para el sector comercio, industrial, minero y transporte. También golpeó el empleo y la educación en la zona. «Aún se sienten los estragos y las consecuencias de ese cierre de frontera, en especial para el eje San Antonio – Ureña, que no se ha podido recuperar».

«Hay expectativas en muchas personas de que el Gobierno de Venezuela genere las políticas necesarias hacia las regiones fronterizas para rescatar los sectores paralizados y ganar nuevamente el título de la frontera más viva de Latinoamérica», prosiguió Gómez en su rol de analista.
El exconcejal Taborda recordó que antes del cierre de frontera, había un gran dinamismo que ha sido muy díficil recuperar y se ve reflejado en una economía que no ha logrado «levantar cabeza. Esa decisión dejó muchas fracturas tanto en lo económico como en lo social».

Rememoró que el río Táchira provocó la muerte de varias personas que se arriesgaron a cruzar por diversos motivos hacia Colombia, pues era la única opción ante el cierre de los puentes.
«Siguen varias secuelas, ya que la economía no levanta cabeza. Nadie quiere venir a invertir en esta zona de frontera porque no hay nada que motive», enfatizó Taborda. Esta posición es reforzada por el diputado jubilado al lamentar el desequilibrio que persiste pese a los discursos de integración.



Tanto Gómez, como Márquez y Taborda instaron a los gobiernos de Venezuela y Colombia a reactivar la frontera en su totalidad, sin restricciones en los horarios para cruzar los puentes internacionales.
Jonathan Maldonado