Frontera
Un retorno «inseguro» e «incómodo» después de las 9:00 de la noche
1 de diciembre de 2024
Un nutrido grupo de ciudadanos cruzaba a pie este sábado 30 de noviembre, pasadas las 9:00 p.m., el puente internacional Simón Bolívar. Ya los 315 metros del tramo estaban cerrados para la circulación de vehículos y solo permiten el retorno a Venezuela.
A las 9:00 p.m., las vallas son instaladas en la mitad del puente por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), mientras que Migración Colombia hace lo mismo, pero a la altura de las casillas de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
El que desee pasar caminando a Colombia por el puente Simón Bolívar, funcionarios de la GNB no lo permiten, solo está habilitado el regreso a Venezuela a pie luego del acostumbrado cierre. Ciudadanos exigen mayor flexibilización.
A las 9:20 p.m., un motorizado logra cruzar desde La Parada hasta la mitad del paso formal. Le pide al funcionario de la GNB que le dé chance para pasar a Venezuela. «No es posible, ya cerramos. Puede cruzar por el puente internacional Atanasio Girardot». El joven respira hondamente y se retira en su vehículo a dos ruedas. Ir al otro puente significa una vuelta kilométrica.
De los cuatro puentes binacionales, el Francisco de Paula Santander, el Simón Bolívar y el Unión cierran a las 9:00 p.m. El Atanasio Girardot es el único que se mantiene abierto por tres horas más, hasta la medianoche.
Este escenario, pone de nuevo sobre el tapete la relevancia de tener los puentes abiertos las 24 horas, tal y como sucedía antes del cierre de frontera, el 19 de agosto de 2015.
«Es incómodo e inseguro cruzar así. Las autoridades dejan un estrecho margen para pasar caminando», resaltó Jenny Díaz al enfatizar en la soledad y falta de funcionarios a esa hora de lado y lado. «Es muy necesario que los puentes estén habilitados las 24 horas para el paso de carros y motos. Uno corre peligro cruzándolo a pie», subrayó.
Jonathan Maldonado