El escenario en la frontera se complica para quienes siguen retornando a Venezuela por medio de los caminos verdes, mejor conocidos como trochas. El terminal de pasajeros suspendió sus actividades, no hay ingreso de transporte extraurbano, interurbano y suburbano a las jurisdicciones fronterizas.
Este domingo, un nutrido grupo de personas se hallaba apostado en una de las aceras de la vía principal que conduce a la parroquia El Palotal. “Nos están cobrando de 100 a 150 dólares, por persona, para llevarnos a nuestra ciudad de origen”, aseguró Geraldín Espinosa, madre de tres niños.
“Muchos carros se han acercado, entre ellos los de representantes de órganos de seguridad, quienes nos dicen que nos pueden llevar, pero nos cobran 110 dólares por persona”, prosiguió la joven venezolana, proveniente de Ecuador.
Espinosa dejó claro que no cuentan con esa cantidad de dinero que les están pidiendo. Agradeció al grupo de la Diócesis de San Cristóbal, por el desayuno que les dio a las más de 30 personas que están varadas, entre ellas varios niños.
“Se aprovechan de la necesidad de nosotros. Nosotros nos queremos ir, pero no tenemos cómo pagar 110 dólares por persona”, reiteró la progenitora, mientas indicaba que el sábado en la noche un autobús les cobraba 20 dólares por subirlos hasta San Cristóbal.
En el caso de Espinosa, quien duró más de una semana para llegar a la frontera, se dirige hacia Acarigua. “Yo me iría caminando, pero es muy difícil tener que hacerlo con un costal en los hombros”, acotó.
Tanto la mujer y sus hijos, como otros grupos, pasaron la noche a la intemperie. “Nos regresamos porque allá, donde estábamos, nos corrieron porque no teníamos para pagar el arriendo”, aseveró.
El terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira suspendió sus operaciones este sábado, cumpliendo con las orientaciones del Ministerio del Transporte, Vicepresidencia y Comisión Nacional contra el covid-19.
Jonathan Maldonado