Infogeneral

Estafas que hicieron historia

19 de agosto de 2020

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Dicen que quién más tiene, más quiere. Esa es la debilidad humana que los embaucadores aprovechan para cometer sus felonías, ofreciendo más dinero -u otras ventajas-, del que puede obtenerse de ninguna otra forma. La seducción funciona hasta que la realidad se impone, dejando víctimas seriamente afectadas en sus patrimonios, chicos o grandes.

En medio del recuerdo de la famosa estafa del “jeque”, vale la pena recordar a algunos personajes que involucraron a muchos incautos en sus particulares “negocios” y lograron fortunas vaciando las cuentas de millones de personas.

Aquí reseñamos solo cinco de las estafas más famosas y sus protagonistas.

Bernard Madoff

En los años 60, levantó un fondo de inversión que mantuvo por 20 años. Madoff fue presidente del índice tecnológico Nasdaq, y reputado asesor de inversiones en Estados Unidos. Su accionar implicó a varios magnates de la banca mundial, “quienes señalan que las pérdidas propias y de sus clientes van más allá de los 10 mil millones de euros”.

Publicitado como un genio del mercado financiero, desde 1992 hasta 2008, cuando fue descubierto, manejó el sistema piramidal con el que recaudó la milmillonaria cifra. Él prometía altos dividendos y lo lograba, manipulando datos e introduciendo a su sistema nuevos capitales. Su reputación crecía, y más gente confiaba en su talento, como inversor. Hasta que se derritió la bola de nieve financiera que había creado. En 2009, con 71 años de edad, fue condenado a 150 años de cárcel

Víctor Lustig

Era un encantador personaje, refinado y locuaz, que hablaba varios idiomas. Tan encantador, que vendió dos veces la Torre Eiffel. En 1925 se hizo pasar como alto funcionario del Gobierno francés. Invitó a seis comerciantes de chatarra a una “reunión confidencial” en un prestigioso hotel de París, donde les explicó que, por el alto costo de mantenimiento de la Torre Eiffel, la ciudad quería venderla como chatarra. 7 mil toneladas. Uno de los invitados mordió el anzuelo, con el agregado de que pensó que Lustig era un funcionario corrupto, por lo que le ofreció una buena tajada para que se la vendiera a él.

Así, Lustig recibió el valor los hierros de la Torre Eiffel, y además el pago de un gran soborno. No hubo denuncias ni nada, por lo que volvió a París, y repitió el proceso para vender de nuevo la Torre. Pero esta vez, la víctima acudió a la policía antes de cerrar el trato. Lustig escapó. Fue detenido en Nueva York en 1938.

Frank Abagnale

En la década de los 60, Frank Abagnale comenzó como embaucador con un fraude, llenando cheques de su propia cuenta sobregirada, con lo cual logró unos 40 mil dólares. Durante dos años se hizo pasar como piloto de PanAm, para sacar vuelos gratis alrededor del mundo. Luego se hizo pasar por un pediatra en un hospital en Georgia. Abgnale se hizo estafador internacional a los 16 años. En los setenta, suplantando identidades, logró cobrar 2,5 millones de dólares en cheques falsos (unos 16 millones de dólares de hoy). Tras ser puesto en prisión y reincorporarse a la sociedad, montó la compañía ‘Abagnale y Asociados’, especializada en consultorías sobre fraudes financieros, trabajando como colaborador del FBI. Su historia fue llevada al cine – “Atrápame si puedes”-, con Leonardo Di Caprio. En 2015 dijo que ahora, con tanta información en internet, conseguir los datos para repetir su estafa sería 4 mil veces más fácil.

Nick Leeson

Uno de los más prestigiosos bancos del Reino Unido, Banca Barings, con más de 220 años de actividad, se fue a la quiebra en 1995, como consecuencia de las actividades que desarrollaba a sus expensas, Nick Leeson.

El hombre se ganó la confianza de la administración, gracias a sus “exitosas operaciones” basadas en el negocio de “futuros”. Desde Singapur actuaba bajo su exclusivo criterio con fondos del banco, simulando que lo hacía bajo órdenes de clientes. La administración, desde Londres, que no controlaba las actividades de Leeson por la extrema confianza, fue tapando pérdidas, hasta que el 23 de febrero de 1995 se percataron de que el entonces segundo banco comercial más antiguo del mundo era incapaz de afrontar el desfalco: 827 millones de libras, lo que incluía algunos “ahorritos” de la Reina. Ese mismo año, Barings, en la bancarrota en que se encontraba, fue comprado por el humillante precio de una libra esterlina.

Carlo Ponzi

El primero en utilizar el sistema de pirámide, por lo que se le concede la autoría del mismo. Llegó a Boston, en 1903, con «2,50 dólares en el bolsillo y un millón de dólares en esperanzas» según decía. Con su sistema de pirámide, ofrecía 50 % de rentabilidad a 45 días y 100 % a 90 días.

Era un dudoso negocio a todas luces, pero como empezaba funcionando bien para los primeros creyentes, llegaron más y más inversionistas. Se estima que alcanzó montos superiores a los 15 millones de dólares que, en su tiempo, era una estruendosa fortuna. Hoy serían 250 millones.

Hasta que un periodista descubrió que Fonsi financiaba los gastos de la empresa, incluyendo los intereses que pagaba, con el dinero nuevo que iba recibiendo. No tenía fondos para cubrirse. En 1920 fue acusado de 86 cargos de fraude. Murió en 1949.

Humberto Contreras