Pesaba un kilogramo y su batería apenas rendía 20 minutos, cuenta su inventor Marty Cooper.
Humberto Contreras
El aparato que llevaba en la mano, pesaba más de un kilo. Y sabía que la carga de la batería solo le permitía 20 minutos de uso. Su consuelo era que pensaba que nadie aguantaría ese peso, usándolo durante 20 minutos. Caminaba por la sexta avenida de Nueva York, cerca de su sitio de trabajo. Y lo que llevaba era ni más ni menos, que lo que pasaría a la historia como el primer teléfono celular, hoy pieza de museo.
Este lunes 3 de abril, se cumplió exactamente 50 años, de la primera llamada exitosa por celular. En un trabajo publicado por la BBC, en mayo 2020, se reseña que Marty Cooper, hoy de 94 años de edad, caminaba acompañado de un reportero de radio, pues con el aparato en la mano, pensaba hacer su llamada. La primera de la historia.
— Estábamos hablando con un reportero mientras caminábamos por la calle y yo realmente no tenía planeado a quién iba a llamar, así que decidí marcarle a mi contraparte en AT&T, Joel Engel», relata.
Para aclarar, AT&T era la más poderosa empresa de telecomunicaciones en EE.UU. y el mundo. Joe Engel era el líder de los proyectos de esa empresa en busca del celular. Era por tanto, el más fuerte rival de Marty, líder de Motorola en las investigaciones con la misma intención, una empresa mucho más pequeña y con menos presupuesto que su competencia.
Marty marcó el número, y “fue un milagro que me contestara él mismo, así que lo saludé y le dije: Soy Marty Cooper y te estoy llamando desde un teléfono celular: un teléfono de mano, portátil y personal'». Y con cierta satisfacción, agrega: «Hubo un silencio en el otro extremo de la línea. Creo que rechinaba los dientes».
El aparato que portaba Marty pensando en quien llamar, «medía unos 25 x 5 x 10 centímetros, pesaba más de un kilo, y sólo podías hablar durante 20 minutos antes de que se le acabara la batería”. Con esas dimensiones y ese peso, es explicable que se le llamara “el ladrillo”. Por ello, Marty recuerda que “la gente se reía de él, pero era lo mejor que se tenía para esa época”.
Esa llamada, hecha el 3 de abril de 1973, marcó el inicio de una nueva etapa en la era de las comunicaciones. Cooper estaba seguro de que su invento sería exitoso, nunca imaginó que se convertiría en todo lo que es. Pocos inventos recientes han cambiado nuestro mundo tanto como el teléfono celular: Hoy día hay casi 5 mil millones de aparatos esparcidos por el mundo, prestando su servicio, muy distante por cierto en apariencia y utilidad, al de su primer antecesor.
Recuerda que nosotros “decíamos que llegará el día en el que, cuando alguien nazca, le asignarán un número telefónico que tendrá hasta que muera. Sabíamos que en el futuro todo el mundo tendría un teléfono», asegura el ingeniero. Pero lo que nunca anticipamos, dijo, es que el teléfono iba a tener una supercomputadora, una cámara digital, conexión a internet… ninguna de esas cosas existían en 1973″.
En una entrevista con BBC, según la nota de la cadena británica, el padre del celular, como se le llama a Marty, dijo que «para el público, eso sonaba como ciencia ficción: habíamos estado amarrados con un cable a la casa o al escritorio durante 100 años». Sin embargo, agrega, “nosotros pensábamos que la gente era fundamentalmente móvil, que quería estar conectada en cualquier lugar en el que estuvieran. Por eso teníamos que crear un aparato, nunca antes hecho… y lo tuvimos que hacer en un plazo de 3 meses», relata.
¿Por qué 3 meses?
AT&T dirigía sus intenciones a un celular que se pudiese instalar en los automóviles. Cooper y su equipo sabían que ellos estaban presionando a la Comisión Federal de Comunicaciones, para que le otorgaran derechos exclusivos al espectro de radio que necesitaría para poner teléfonos en millones de autos, utilizando esta tecnología.
Y Motorola sabía, según cuenta Marty, que si AT&T ganaba ese monopolio, ellos perderían todas las posibilidades de usar la red para un nuevo teléfono portátil. Cooper se dio cuenta de que para que Motorola tuviera algún chance de persuadir a los comisionados de comunicaciones, necesitaban algo espectacular. Tenían que hacer un teléfono móvil.
Sólo tenían tres meses para lograrlo. La gerencia de Motorola los respaldó con mucho dinero, pero el desafío era enorme. Y lo lograron.
Cuando Cooper fue a hacer la gran revelación ante la prensa, llevó consigo dos prototipos, en caso de que uno se rompiera. Pero apenas asistieron unos 15 periodistas. “Ciertamente no nos prestaron mucha atención, dice, pero una vez hicimos la demostración, empezaron a salir historias sobre un teléfono con el que podías hablar desde cualquier lugar del mundo.
Esta última aseveración tuvo fundamento. Cooper recuerda que «había una periodista australiana que nos preguntó si podía llamar a su madre en Australia. ¡Por supuesto!’, le dijimos mientras cruzábamos los dedos. La llamada funcionó y ella quedó encantada».
Sin embargo, se necesitó varios años más -y la intervención del presidente Ronald Reagan-, para que los reguladores federales le garantizaran el acceso de Motorola a las frecuencias de radio que necesitaba. Fue solo en 1983 que Motorola pudo lanzar su primer teléfono celular disponible comercialmente.
— La mayoría de las personas pensaron que nunca podrían darse el lujo de tener un teléfono como ese. Costaba más de 4 mil dólares, y el servicio era extraordinariamente caro. Así que, al principio, realmente era un juguete para los ricos», recuerda Cooper.