Infogeneral

Madres con COVID-19 pueden amamantar a sus bebés

18 de abril de 2020

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Norma Pérez

A la fecha no existe ninguna evidencia científica de que una madre afectada por coronavirus pueda contagiar a su bebé a través de la lactancia, por lo que puede alimentarlo si se apega a las debidas medidas de prevención.

El doctor Diego Gerardo Vásquez, médico gineco obstetra, explicó que por ser un virus muy nuevo no hay estudios disponibles que corroboren la posibilidad de que la madre portadora pueda contagiar al feto o recién nacido, aún cuando es probable que se den algunos casos excepcionales ya que se enfrentan a una enfermedad de la que se desconocen muchos aspectos.

Lo que sí está comprobado es que no hay mayor incidencia ni severidad del COVID-19 porque la paciente esté en periodo de gestación ni que la enfermedad se transmita a través de la lactancia materna. Las probabilidades de que se propague la enfermedad por vía placentaria o por el canal del parto son prácticamente inexistentes, pero hasta que no se profundice en los estudios pertinentes no habrá una certeza plena. Su recomendación es que se aplique la prueba al recién nacido para descartar cualquier sospecha.

El médico considera pertinente que haya un contacto directo con los entes de salud, una línea telefónica de emergencia en la que se le explique a la paciente los síntomas del coronavirus para que si los presenta se comunique inmediatamente, sea sometida a una evaluación y a la prueba rápida para verificar si lo que presenta es una virosis común o el COVID-19. A su juicio es fundamental una red de ayuda.

“En el momento de la atención de la embarazada en los centros de salud se deben reforzar todas las medidas del sitio, como del personal que va a intervenir en el parto. Médicos, enfermeras, camareras y personal de apoyo deben estar aislados para asegurar que no van a tener contacto con otras áreas del hospital o la clínica. Así se previene un posible contagio”, manifestó.

Cuidados y prevención

Ante la aparición de esta pandemia, el doctor Vásquez explica que no existen pautas establecidas, por lo que es labor de cada médico investigar y recopilar información para orientar a sus pacientes.

Entre las medidas a seguir hizo énfasis en el correcto lavado de las manos, el cual debe durar unos veinte segundos. El aislamiento social es clave para evitar una propagación, ya que así disminuye el contacto con personas que pueden ser portadores asintomáticos.

“La embarazada debe estar en su casa, no salir en forma constante, si debe hacerlo llevar tapaboca y seguir el protocolo al llegar al hogar. Los controles prenatales deben ser menos constantes, la recomendación de nosotros los ginecólogos es que si no presentan ningún problema o síntoma atípico de su embarazo es preferible quedarse en casa y así evita contacto externo”.

Otro aspecto al que se refirió este especialista es que pueden surgir problemas de estrés o depresión motivados al confinamiento, por estar en una etapa especial donde las mujeres se vuelven más sensibles. Para evitarlo se aconseja mantenerse en calma, asumir las tareas con tranquilidad, escuchar música suave, ver televisión y evitar pensamientos negativos que afectan la parte psíquica. También puede cumplir una rutina de ejercicios suaves, preferiblemente recomendados por el médico tratante.

Algo fundamental es contar con apoyo de los miembros de la familia. “Una persona de confianza que la ayude en estos momentos de aislamiento es importante, su esposo o un familiar cercano que sirva de soporte cuando así lo necesite”.

Relajarse, meditar y tomar las cosas con calma es fundamental mientras finaliza la “dulce espera”. Así muy pronto podrán disfrutar del nuevo miembro de la familia.